Abogados en Pakistán en huelga después de atentado suicida

Numerosos abogados en Pakistán decidieron el martes no participar en audiencias para protestar contra el atentado suicida que mató la víspera al menos a 70 personas, entre ellas muchos colegas de profesión, en el suroeste del país.

El ataque fue perpetrado contra el hospital civil de Quetta (suroeste) donde se congregaban unas 200 personas, la mayoría periodistas y abogados, en señal de duelo por el asesinato pocas horas antes de un reputado abogado de la región.

La ciudad estaba casi desierta y la mayor parte del transporte público no circulaba, mientras que las escuelas y los mercados estaban cerrados en señal de luto.

La policía estaba desplegada delante del sitio de la explosión.

El atentado fue reivindicado el lunes por la noche por una facción talibán, Jammat-ul-Ahrar (JuA), y después por el grupo yihadista Estado Islámico (EI). Ninguna des estas reivindicaciones fue verificada por las autoridades pakistaníes.

"Los abogados de todo el país boicotearán el martes los procesos judiciales como protesta tras la muerte de abogados en Quetta ayer", indicó en un comunicado el Consejo de Abogados de Pakistán.

Se organizaron manifestaciones en numerosas ciudades, incluyendo la capital, Islamabad, Karachi y Quetta.

La mayoría de las víctimas ya fueron sepultadas.

Si se confirmara que el grupo EI fue el responsable del ataque, éste sería el más mortífero jamás perpetrado por el grupo yihadista en Pakistán, donde tiene dificultades para implantarse.

Por su parte, el JuA, formado en 2014, reivindicó el atentado más sangriento del año, ocurrido en un parque infantil de Lahore que costó la vida a 75 personas en el fin de semana de Pascua.

El departamento de Estado de Estados Unidos incluyó a este grupo en la lista de organizaciones terroristas la semana pasada, describiéndolo como "una facción de los Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP, talibanes pakistaníes) establecida en la zona fronteriza entre Afganistán y Pakistán".

La rama del EI en Paksitán y Afganistán, ampliamente compuesta por extalibanes, también está clasificada como terrorista.

Son pocos los ataques reivindicados por el EI en Paksitán, donde el grupo yihadista compite con otros movimientos islamistas más establecidos en el país, como los talibanes. Su peor ataque se produjo contra un autobús de chiitas en Karachi a mediados de 2015 en el que murieron 45 personas.

En Afganistán, en cambio, el EI ha registrado avances, fruto de sus ataques en el este y en la frontera con Pakistán, en el marco de una lucha por el poder con los talibanes.

El mes pasado, el grupo EI reivindicó un doble atentado suicida que dejó 80 muertos en el centro de Kabul, el peor ataque en la capital afgana desde 2001.

El experto en talibanes Rahimullah Yusafzai expresó sus dudas sobre las dos reivindicaciones, subrayando que hasta el momento había pocos indicios de una presencia del grupo EI o del JuA en Baluchistán. Sin embargo, los kamikazes pueden actuar en cualquier parte, "así que no se puede excluir" ninguna posibildad.

Las reivindicaciones quizá no sean contradictorias, agregó, mencionando la posibilidad de un ataque conjunto. "No hay nada concreto", destacó.

La situación es particularmente confusa en Baluchistán, una provincia fronteriza con Irán y Afganistán, rica en recursos naturales pero sacudida por los enfrentamientos entre sunitas y chiitas, los ataques islamistas y una insurrección separatista.

El ejército pakistaní consideró que el atentado "apuntaba específicamente contra el CPEC", un corredor en construcción que enlazará China con el mar de Arabia a través de Baluchistán, una importante inversión para Pakistán, y que ya ha sido objeto de ataques separatistas en el pasado.

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