Parlamento traslada su respaldo a las víctimas del terrorismo en el 20 aniversario del asesinato de Miguel Ángel Blanco

En virtud de la declaración institucional, leída por el presidente del Parlamento andaluz, Juan Pablo Durán, ante el Pleno, la Cámara igualmente manifiesta como testimonio de solidaridad, "el deseo de mantener vivo el recuerdo y el legado de las víctimas del terrorismo".

Como se recuerda en el texto, el 10 de julio de 1997 Miguel Ángel Blanco, concejal del PP de Ermua, fue secuestrado por ETA con 29 años, y tras 48 horas de auténtico calvario y agonía, en las que las calles de toda España se llenaban de personas pidiendo su liberación, la banda terrorista asestó dos disparos en la cabeza al joven edil al que obligaron a permanecer de rodillas y con las manos atadas a la espalda.

"Nada fue igual a partir de ese momento del que se cumplen 20 años", prosigue antes de incidir en que Miguel Ángel Blanco era un joven amable, amante de su familia, apasionado por la música, con proyectos personales y profesionales y sobre todo comprometido, que "tenía toda una vida por delante". "Una vida que arrebataron de manera execrable, vil y mezquina unos asesinos que pretendían, con la vida de Miguel Ángel, un chantaje al Estado", añade.

Tras lamentar que los terroristas cumplieron su amenaza, señala que, a la vez, provocaron entre la sociedad española un sentimiento "unánime y contundente" de rechazo al grito de ¡Basta Ya! y de manos blancas al cielo. Y así, surgió un movimiento cívico de solidaridad, de apoyo y respaldo a una familia, a un pueblo y, por extensión, a todas las víctimas del terrorismo y a la sociedad española.

"El Espíritu de Ermua, como símbolo de aquel momento, ha permanecido vivo desde entonces, y debe seguir siendo así, como manifestación sincera de reconocimiento a Miguel Ángel y a todas las víctimas del terrorismo", defiende el Parlamento andaluz, que recuerda que millones de españoles salieron a la calle como expresión de impotencia y rabia pero también de exigencia a la banda terrorista de cesar con la estrategia de terror y de fanatismo "que llevaba muchos años produciendo dolor y sufrimiento a un país".

Tras su asesinato, "Miguel Ángel Blanco ha permanecido presente y vivo en millones de corazones de españoles demócratas de buena fe" pues "se convirtió en icono, en ejemplo, en uno de los máximos exponentes de la lucha pacífica por la libertad en España, por la defensa de los principios democráticos por los que muchos ciudadanos han dado su vida".

Con todo, la Cámara andaluza defiende que las víctimas de los actos terroristas "son el referente moral de nuestra Nación y de los valores constitucionales que la conforman: libertad, tolerancia, convivencia pacífica". "Toda la sociedad española, y por ende la andaluza, tiene con las víctimas de actos terroristas una deuda que sólo puede ser saldada con el reconocimiento, la atención, la cercanía y la solidaridad", asegura.

Y esa deuda es "impagable", no sólo porque el precio pagado por las víctimas y sus familias ha sido infinito, "sino porque, además, ningún otro colectivo social en España ha hecho tanto por afianzar nuestra democracia y sus valores como las víctimas del terrorismo".

"Desgraciadamente, en esta historia de terror, Andalucía también ha pagado un alto tributo en vidas" pues, sostiene, "los andaluces conocemos como nadie el dolor y el sufrimiento que han sembrado los terroristas en nuestra tierra y en otras tierras donde los andaluces, entre ellos, miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y otros servidores públicos, así como miembros de la sociedad civil, se ganaban sencillamente la vida".

Por todo, el Parlamento andaluz defiende que los demócratas "debemos mantenernos unidos y mantener el recuerdo de las víctimas del terrorismo como símbolos de libertad y de pluralismo político". "No debemos permitir que caigan en el olvido", zanja la declaración institucional respaldada por los cinco partidos con representación en el Parlamento andaluz.