De aquí a cinco años, a Grecia le habrá costado tanto quedarse como salirse del euro

  • Tras los rescates, vienen las salidas. La incertidumbre sobre los resultados de las elecciones griegas del próximo domingo han devuelto al centro de la actualidad la posibilidad de que uno de los 17 países que comparten moneda común abandone el euro. ¿Grecia? La sitación económica es tan extrema que ya casi le da lo mismo irse o quedarse.

Los principales bancos griegos reciben una inyección de 18.000 millones de euros
Los principales bancos griegos reciben una inyección de 18.000 millones de euros
Álex Medina R.

Atenas, 2017. No es ninguna película futurista, sino el punto de partida de una hipótesis de economía ficción. ¿Y si Grecia ya no pertenece al euro? ¿Cuándo dejó la moneda común?¿Qué ha cambiado para el país heleno? Pero, sobre todo, ¿ha mejorado algo?

Seguramente, nada. La Unión de Bancos Suizos (UBS) lo tiene más que claro y en su último informe dedicado a la posibilidad de que Grecia abandone la moneda común europea, una de sus principales conclusiones es que "de aquí a cinco años, quedarse en el euro puede ocasionar los mismos altos costes económicos y políticos que permanecer".

Los ánimos empiezan a templarse en Grecia sobre la aversión hacia el euro de su clase política a pocos días de unas nuevas elecciones generales. Incluso el líder de Syriza, la formación que se había mostrado más opuesta a los postulados de Bruselas, ha matizado que su rechazo no era contra el euro, sino contras las medidas de ajuste.

Pero la posibilidad permanece latente. Hace pocas semanas, UBS actualizó las probabilidades que da a que el Gobierno griego rompa la unidad de la eurozona y dio un 20% a la opción de que sea en menos de seis meses. La apuesta sube al 33% para el próximo año y alcanza el 60% si el abanico se abre a 2015.

Es decir, que el primer banco suizo (desde su posición privilegiada de observador neutral de la tormenta financiera europea) no es nada optimista sobre el futuro a medio plazo de los 17 por mucho que, en estos momentos, los tratados comunitarios no contemplan cláusula alguna para bajarse del tren del euro.

Con todo, su primera conclusión tras analizar los últimos acontecimientos es que "hay suficiente interés político y financiero como para mantener a Grecia en el euro por ahora". La clave está en el tiempo, ya que "esa posibilidad puede cambiar de forma gradual, hasta la posible salida en pocos años".

En cualquier caso, al ritmo de desgaste que está sufriendo el país mediterráneo, es más que probable que el impacto económico y social de una salida o de su permanecencia sea similar pasados cinco años.

Aunque hay que medir detenidamente los plazos, dado que una deserción griega podría ocasionar en una primera oleada"riesgos irreversibles en otros páises miembros débiles y fuga de capitales en estados periféricos, que sólo podrían frenarse con una inmediata creación de una unión política y fiscal y una unión garantizada de todos los depósitos bancarios de Europa".

UBS sigue viendo más que negra la situación y acaba su informe con consejo contundente: "La crisis de la eurozona continuará impactando en los mercados financieros durante más tiempo y mantenemos nuestra recomendación de evitar deuda soberana de países periféricos".

El banco suizo, recuerden, es el mismo que estimó hace medio año que una salida del euro en países como España, Italia o Bélgica podría derivar hasta en guerras civiles, ya que se agitarían las diferencias autonómicas latentes en estos estados.

También, en un registro algo menos tremendista, preveía impagos generalizados a todos los acreedores de dicho país y una restricción brutal del consumo. En su opinión, que una economía débil como la griega o la portuguesa dejase el euro dañaría el PIB nacional en un 50% en su primer año a la intemperie .

Para un país más robusto como Alemania, el impacto de un abandono restaría en torno a un 25% de producción económica. ¿Y para España? Hagan la media entre Grecia y Alemania.

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