Llevamos cuatro años y medio destruyendo empleo

  • Casi parece una cifra de ciencia ficción: 1.965.869. Es el número de parados más bajo de la historia de España y se registró en junio de 2007. Entonces, parecía imposible lo que vendría a continuación: nada menos que cuatro años y medio ininterrumpidos de destrucción de empleo y que dejan al país con casi 4,5 millones de personas apuntadas a las oficinas del viejo INEM.
Chiqui Esteban / A. Medina R.
Chiqui Esteban / A. Medina R.

Cuatro años y medio y cuatro millones y medio de parados. Ése es el balance demoledor de las cifras del paro del Ministerio de Trabajo. De los 1.965.869 desempleados que demandaban un puesto de trabajo en junio de 2007 se ha pasado a 4.422.359 al cierre del año 2011, según los datos publicados hoy por el Gobierno.

Es decir, que de la cifra más baja de la serie histórica (que arranca en 1996 en datos homogéneos) se ha pasado a la más alta en 54 meses casi ininterrumpidos de escalada del paro. Ha habido pequeños valles, sobre todo coincidiendo con la temporada de verano, pero, como demuestra el gráfico, la escalada ha sido evidente.

Y se aceleró una vez terminado el verano de 2008. Hasta entonces, la pendiente del paro fue suave, como corresponde a un ejercicio como el de 2007 en el que la economía española aún crecía muy por encima de la media europea. Pero pasaron las elecciones de 2008, quebró Lehman Brothers y estalló la crisis financiera con toda su crudeza.

Justo fue en diciembre de aquel año cuando España rebasó la barrera de los tres millones de parados, tras sufrirse el primer gran acelerón desde mediado el ejercicio: más de medio millón de nuevos parados en apenas unos meses. En total, el año acabó con casi un millón de nuevos desempleados.

Al año siguiente continuó el ascenso, de forma que el segundo ejercicio oficial de la crisis terminaría con 794.640 parados más y al borde de la barrera psicológica de los cuatro millones.

La barrera se rompió nada más iniciarse 2010, en el mismo mes de enero. Y durante todo aquel ejercicio se bailó en torno a esa cifra, reduciéndose en verano y recuperándose en el último trimestre. En cómputos generales, aquel año no fue tan malo, ya que se terminó con unos 170.000 parados más de saldo de enero a diciembre.

El empeoramiento vendría, precisamente, cuando se esperaba cierta recuperación. Es decir, a lo largo de 2011.

El mercado laboral entró en barrena a partir de verano y no se ha recuperado. Y así llegamos a diciembre y al enésimo ascenso en este periodo negro. Cuatro años y medio y cuatro millones y medio de desempleados. Ésas son las cuentas.

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