El Gobierno asume que el paro se irá, como mínimo, a los 5,6 millones este año

  • El Gobierno ya tiene cifras para cuadrar las cuentas de lo que queda de 2012: la economía española caerá un 1,7%, el déficit se acercará al 6% y el paro terminará el año en una tasa del 24,3% sobre la población activa. Si convertimos todo lo anterior en personas estamos hablando de unos 400.000 nuevos parados, una cifra dolorosa, pero sensiblemente menor a la destrucción de empleo sufrida en 2011.
El Gobierno tendrá que ajustar 29.000 millones de euros para bajar el déficit al 5,8 por ciento
El Gobierno tendrá que ajustar 29.000 millones de euros para bajar el déficit al 5,8 por ciento
Álex Medina R.

El panorama, como dice el tópico, es desolador. Dan ganas de pedir un salto temporal y colarnos en marzo de 2013. Puede que para entonces lo peor de esta segunda parte de la crisis (otro tópico: las segundas partes nunca son buenas) haya pasado. Aunque para entonces haya 5,6 millones de personas sin un empleo.

El Consejo de Ministros presentó ayer su cuadro macroeconómico para el año. El nombre esconde, en esencia, las previsiones básicas del país. Con ellas, el Ministerio de Hacienda tiene que hacer los Presupuestos Generales del Estado y con ellas deben tomarse todas las decisiones de recortes, ajustes, reformas y medidas.

Destacan tres sobre todas las demás: el crecimiento (del que se espera una contracción del 1,7%), el déficit (que podría estar en un 5,8%) y el paro. Si los dos primeros suenan a tantos miles de millones que hasta marean, el tercero se centra en las personas.

Según ha explicado el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, la previsión oficial fija un aumento en el número de desempleados de 630.000. Pero también ha matizado que esa cifra es un dato de contabilidad nacional, que no hay que tomarse al pie de la letra. (Con esto, quiere decir que es un ajuste técnico y automático, derivado de aplicar unos parámetros: a tanta caída del PIB, tantos trabajos menos).

Lo que importa de verdad es la tasa del 24,3%, "que nos dejaría más cerca de los cinco millones y medio que de los seis a final de año", ha indicado el ministro.

Y no ha dado la cifra concreta, pero si se aplica dicho porcentaje a la población activa de la última Encuesta de Población Activa del INE (23.081.200 personas a diciembre de 2011), sale algo más de 5,6 millones de personas en paro.

Es decir, y a falta de ajustes en el número de activos (que no suele ser una variable de grandes cambios), estaríamos hablando que 2012 podría generar entre 350.000 y 400.000 nuevos parados, ya que en estos momentos la cifra de desempleados según la EPA es de 5.273.600 (una tasa del 22,85%).

En cualquier caso, la destrucción de empleo en España se ralentizaría, ya que en 2011 se perdieron casi 600.000 puestos de trabajo. Se volvería, por poner un caso cercano, a los dígitos de 2010, cuando el saldo de nuevos parados en el conjunto del año fue de 370.100.

En aquel momento, el Gobierno consideró que se salía de la crisis y que nos acercábamos a la recuperación. La tendencia se mantuvo durante la primera mitad de 2010, para acelerarse en sentido contrario (es decir, en el malo) a partir de verano.

Esta vez, el Ejecutivo del PP prefiere optar por la prudencia y retrasa hasta 2013 cualquier efecto real de la reforma laboral recién aprobada. De Guindos sólo espera alguna incidencia "leve" hacia finales de año, justo cuando la economía deje de caer y quizá consiga en el último trimestre volver a saldo positivo (aunque sea con décimas).

Sin embargo, una cosa es frenar la escalada del paro y otra muy distinta empezar a generar puestos de trabajo. La estructura económica de España provoca que sólo se sumen nuevos empleos a partir de un crecimiento económico del 2%. De ahí que todo se posponga a la posible resurrección que nos traerá el año 2013. 

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