El jefe nunca tiene la culpa: sólo el 7% de los altos directivos fue despedido por malos resultados

  • Sólo un 7% de los responsables de las empresas más importantes del país abandonó el cargo por los malos resultados de su compañía durante la pasada década. El principal motivo de relevo en las cúpulas han sido los procesos de fusión o adquisición.
Álex Medina R.

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad. La frase, pese a pertenecer a un superhérore de cómic, también suele expresarse en los consejos de administración de las grandes compañías para justificar en parte los sueldos de la cúpula.

En un momento de tanta polémica sobre el salario de ciertos directivos (sobre todo, los que estuvieron al mando de las cajas de ahorro nacionalizadas), tampoco está de más echar la vista atrás y comprobar los motivos por los que los consejeros delegados de las empresas cotizadas más importantes del país se levantaron de su silla.

Según un estudio realizado por el profesor del IESE Guido Stein y los investigadores Salvador Plaza y Lourdes Susaeta, tan sólo el 7% de los CEO (siglas en inglés de consejeros delegados)  que fueron destituídos entre 2001 y 2010 en las grandes firmas españolas tuvo que dejar el cargo por sus malos resultados empresariales.

Y no es que haya múltiples razones que expliquen los cambios en los sillones más cotizados del país. De hecho, las causas son escasas y hasta un 30% de estas destituciones se dieron durante los procesos de fusión o adquisición de las compañías.

Muy cerca se sitúan las sucesiones planificadas de antemano, como, por ejemplo, pudo ser la de Amancio Ortega al frente de Inditex por Pablo Isla (de hecho, ésta no se incluye en el estudio porque es de este mismo año). También suelen aplicarse este tipo de relevos para empresas dominadas por una misma familia.

Por otra parte, un 12% de los máximos representantes de las empresas dejó su puesto sólo cuando decidió (o le tocó) jubilarse. Un 9%, en cambio, decidió irse a un empleo mejor (o más tranquilo).

Todavía por encima del 7% que respondió con su cargo a la inadecuada marcha de su compañía se colocan razones personales o enfermedades. Por estos motivos se fueron el 8% de los CEO.

Al mismo nivel que los números rojos o las expectativas incumplidas nos encontramos con los desacuerdos políticos: un 7% para este motivo.

Por último, tanto la muerte como un escándalo fueron cada una la causa del adiós en un 3% de las circunstancias.

El Estudio sobre la rotación del CEO en las grandes sociedades cotizadas españolas (2001-2010) del IESE también recoge que la media de permanencia de un consejero delegado al frente de una empresa es de nueve años.

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