El Tesoro Público ha cerrado la colocación de hoy a medio gas, ya que ha sacadao la menor cifra prevista, pero ha conseguido rebajar los interés que paga.
En concreto, el organismo dependiente del Ministerio de Economía se había marcado como objetivo subastar entre 3.000 y 4.000 millones en obligaciones a 10 y 30 años, aunque ha terminado conformándose con 3.220 millones.
De este cantidad, 2.495 millones de euros han sido obligaciones a diez años, que se han colocado con un interés marginal del 5,409%, menor que en la anterior subasta de esta denominación, según los datos de mercado.
De este modo, España suma ya dos subastas consecutivas en las que ha logrado rebajar el interés que paga por su deuda, después de adjudicar el martes casi 5.500 millones de euros en letras a 12 y 18 meses con menor rentabilidad.
La otra cara de la moneda ha correspondido a las obligaciones a 30 años, donde el Tesoro apenas ha adjudicado 724 millones de euros y tras haber tenido que pagar una rentabilidad del 6,011 %, frente al 5,89% de la anterior emisión.
El nuevo encarecimiento de la deuda española, cuyo diferencial respecto al bono alemán ha vuelto a rondar hoy los 230 puntos básicos, ha jugado en contra de esta colocación.
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