Europa se plantea sacar de la circulación las monedas de uno y dos céntimos

    • Los países de la Eurozona han perdido más de 1.400 millones de euros desde 2002 por el elevado coste de producción de estas monedas
    • El posible impacto inflacionista de la medida, principal temor de la Comisión Europea

Bruselas se plantea sacar de la circulación las monedas de uno y dos euros.
Bruselas se plantea sacar de la circulación las monedas de uno y dos euros.

Las incómodas monedas de uno y dos céntimos de euros podrían desaparecer en los próximos meses. La Comisión Europea contempla seriamente la posibilidad de retirarlas de la circulación como medida de ahorro.

Resulta que la emisión de monedas de uno y dos céntimos es un pésimo negocio para los países de la Eurozona por la diferencia que existe entre los costes operativos que para los estados tiene su producción y puesta en circulación y el valor nominal de las monedas.

Desde la creación de la moneda única, este desequilibrio ha generado pérdidas por más de 1.400 millones de euros a los países del euro, según los cálculos de la Comisión Europea.

Esta elevada factura ha llevado a la Comisión Europea a lanzar una reflexión general en el marco de las instituciones europeas en relación a la posible eliminación de estas moneditas.

Según el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, Bruselas se plantea cuatro posibles escenarios, en dos de los cuales esas monedas desaparecerían, bien de forma inmediata o progresivamente.

En el más radical, la Comisión fijaría un "un plazo reducido de tiempo" para la retirada de las monedas de uno y dos céntimos, en el que los bancos y los comercios podrían deshacerse de ellas. A la finalización de éste, las monedas dejarían de ser de curso legal.

La opción de retirada progresiva fijaría su utilización exclusiva como moneda de pago final. Como no habría nuevas emisiones y su uso no es particularmente atractivo, se entiende que las monedas acabarían desapareciendo del mercado.Posible supervivencia

Bruselas también contempla su posible supervivencia. Los argumentos más contundentes a favor de su mantenimiento son la misma inercia y el temor a que su retirada tengo un cierto impacto inflacionista en las economías del área euro.

Si se optara por su mantenimiento como moneda de curso legal, pese a su escasa utilización, las autoridades europeas contemplan dos posibilidades: el mantenimiento del actual statu quo o la modificación de las condiciones de producción o puesta en circulación de las monedas para reducir su coste.

¿Opciones? La primera pasaría por mantener las condiciones de puesta en circulación pero variar su composición actual para abaratar los costes de producción; o bien mejorar la eficiencia del proceso de puesta en circulación de las mismas.

En las próximas semanas se abrirá una reflexión general en relación a este aspecto y según los inputs recibidos la Comisaría Europea de Asuntos Económicos adoptará alguna decisión al respecto.

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