Estadística lanza un nuevo IPC que habría reducido medio punto la inflación de 2012

El Índice de Precios de Consumo (IPC) ha sido, probablemente, el indicador estadístico más controvertido durante los últimos meses.

La incertidumbre en torno a si se actualizarían o no las pensiones en función del IPC, como por otra parte establece la Ley de Seguridad Social, e incluso sobré qué indicador se utilizaría en el caso de hacerlo: el general o el Índice de Precios a Impuestos Constantes, más moderado, ha mantenido al IPC en el centro del debate durante meses.

Ahora, ya con la certeza de que el Gobierno sólo actualizará y únicamente de forma parcial las pensiones de los españoles, Estadística ha alimentado de nuevo el debate con la publicación por primera vez de forma independiente de la tasa media del IPC, un indicador que en 2012 habría reducido en nada menos que medio punto la tasa oficial de inflación, desde el 2,9% al 2,4%.

¿Qué es la tasa media del IPC? Pues el indicador que refleja la evolución ponderada de la inflación en el conjunto de un año. Mientras la tasa general del IPC mide cuál ha sido la evolución de precios entre dos puntos concretos, en este caso entre diciembre de 2011 y diciembre de 2012, la tasa media agrega las fluctuaciones de los precios durante todos los meses del año (en 2012, por ejemplo, fluctuó entre el 1,9% y el 3,5%) y luego establece una media.

Para el ejercicio de 2012, la diferencia entre uno y otro iría desde el 2,9% que variaron los precios entre diciembre de 2011 y 2012, según el dato anticipado del IPC general, y el 2,4% que aumentaron los precios en media anual.

No siempre el resultado sale así. El año pasado, por ejemplo, la tasa general del IPC acabó en el 2,4% mientras que la tasa media reflejó una inflación media a lo largo del año del 3,2%.

La inflación subyacente -sin alimentos frescos ni productos energéticos-, registró una tasa media del año del 1,6 %, un dato que en los últimos cinco años se ha mantenido por debajo de la inflación general, a excepción del año 2009.

Los grupos con mayor influencia al alza en la tasa media del IPC fueron el transporte -por la subida de carburantes y lubricantes-, la vivienda -por la luz y el gas-, y los alimentos -por la carne, productos lácteos, queso, huevo, fruta, pan y cereales-.

Por el contrario, la mayor influencia a la baja fue la del grupo de comunicaciones por la bajada de precios de los servicios telefónicos.

La variación media del IPC a impuestos constantes se situó en el 1,8 %, una vez descontado el efecto de la subida del IVA en septiembre.

La mayor diferencia entre IPC medio e IPC medio a impuestos constantes está en las parcelas en las que se produjeron los mayores incrementos del IVA (servicios culturales, servicios hospitalarios, floristería, servicios para el cuidado personal y servicios recreativos y deportivos.

Es decir, de cara a futuras actualizaciones de las pensiones, el Gobierno dispondría al menos de tres opciones sin incumplir el requisito de revalorizarlas en función del IPC, como establece la ley.

El índice general (2,9%), que este año hubiera obligado a compensar 1,9 puntos (3.800 millones de euros); el IPC medio (2,4%) que únicamente habría obligado a compensar 1,4 (2.800 millones); y el IPC a Impuestos Constantes (1,8%), que sólo habría estado ocho décimas sobre la subida inicial de 2012 y que habría resultado el menos gravoso (1.600 millones).