Los inversores vuelven a España: inyectaron 13.000 millones en noviembre

Las entradas netas de capital en noviembre de 2012 alcanzaron los 13.177,9 millones de euros, cifra positiva por tercer mes consecutivo, lo que demuestra que los inversores han recuperado su confianza en la economía española tras 14 meses consecutivos sacando su dinero del país, según se desprende de los datos de la balanza de pagos publicados por el Banco de España.

Los 13.177,9 millones de euros captados el pasado mes de noviembre supera incluso los 12.088,7 millones obtenidos en octubre y contrastan con las salidas netas de 17.235,3 millones de euros generadas en el mismo mes del año anterior.

De esta forma, la balanza de pagos arroja por tercera vez desde junio de 2011 un saldo positivo en entradas de capital en inversiones directa, inversiones de cartera, acciones y bonos, y otras inversiones.

Sin embargo, la tendencia positiva apuntada desde el pasado mes de agosto no alcanza todavía para compensar la significativa salida de capitales sufrida en la primera mitad del año, cuando España registró una fuga de capitales de 197.897,5 millones de euros, cinco veces más que la registrada en el mismo periodo de 2011 (40.938,6 millones de euros).

Como consecuencia de estas salidas netas, los activos del Banco de España frente al exterior disminuyeron en 200.916,4 millones de euros, descenso que se concentró fundamentalmente en los activos netos del Banco de España frente al Eurosistema, que se redujeron en 191.069,6 millones, así como los otros activos netos del banco central, que se redujeron en 12.069,7 millones de euros. En cambio, las reservas aumentaron en 2.222,9 millones.

Superávit balanza de pagos

Pero la cuenta financiera no es más que uno de los elementos de la balanza de pagos, un indicador económico cuyo objetivo es chequear el mayor o menos equilibrio de las relaciones comerciales, económicas y financieras de un país con el exterior.

En España esta balanza ha mostrado tradicionalmente un importante déficit, que se veía normal al tratarse de una economía que no lograba generar la suficiente capacidad financiera como para inyectar los recursos suficientes para sostener el crecimiento económico. La consecuencia de esto es que se pidieron cantidades ingentes de dinero al exterior y en ese pecado está nuestra actual penitencia: el espectacular endeudamiento exterior de la economía española.

La crisis ha venido a cambiar radicalmente ese patrón. Desde 2009, la balanza de pagos ha ido perdiendo poco a poco su profundo sesgo negativo y la prueba es que el pasado mes de noviembre registró un superávit de 1.777 millones de euros, que contrasta con el déficit de 1.926 millones (0,18% del PIB) del mismo mes de hace un año. Conviente recordar que el desequilibrio de la balanza de pagos española llegó a ser del 10% del PIB, es decir, de unos 100.000 millones de euros.

Según el Banco de España, que es el encargado de elaborar esta estadística mensual, está mejora se sustenta básicamente en la reducción del déficit de las relaciones comerciales de España con sus socios y de la balanza de rentas, que mide por resumir el saldo entre las rentas que llegan a España procedentes del exterior y las que salen del país en dirección a otros países, las famosas remesas que los inmigrantes envían a sus países de origen.