Brasil mueve ficha y se une a coalición que propugna acuerdo del clima "ambicioso"

  • Brasil se sumó el viernes a una heterogénea coalición de países que propugnan un acuerdo climático "ambicioso", que puso a la defensiva a las potencias emergentes deseosas de evitar que la lucha contra el cambio climático afecte sus economías.

La delegación brasileña en la conferencia de París sobre el clima (COP21) anunció su adhesión a la Coalición de Alta Ambición, integrada por Estados Unidos, la Unión Europea, México, Colombia y varios Estados insulares del Pacífico y otros entre los más pobres y particularmente vulnerables al calentamiento global.

"Si se quiere afrontar el cambio climático, se necesita tener ambición y voluntad política", dijo en un comunicado la ministra de Medio Ambiente, Izabella Texiera. "Brasil respalda con orgullo la Coalición de Alta Ambición y compromete su respaldo político a ese esfuerzo", agregó.

La noticia fue recibida con aplausos durante una conferencia de prensa de los responsables de esa Coalición.

"Estamos orgullosos de haber recibido hace unos pocos minutos el anuncio de que Brasil se ha unido a la Coalición. ¡Bienvenido Brasil!", dijo el jefe de la diplomacia de las Islas Marshall, Tony de Brumm.

Brasil ha tenido en estas discusiones, que se iniciaron hace dos semanas, un papel a la vez de mediador, por petición de la presidencia, que designa a países para liderar los grupos de trabajo, y de defensa cerrada de sus intereses junto a China, India y Sudáfrica, con las que forma el grupo BASIC de potencias emergentes.

Ese grupo hizo frente común para resistir a los reclamos de los países más vulnerables de limitar a un máximo de 1,5º C el aumento de la temperatura global respecto a la era preindustrial, por temor que una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero comprometa su desarrollo económico.

Pero esa posición lo puso en la línea de mira tanto de los Estados insulares como de oenegés que lo identificaron incluso a las grandes potencias que se niegan a descarbonizar sus economías.

El negociador brasileño Antonio Marcondes ya había adelantado el jueves que el país sudamericano estaba dispuesto a flexibilizar su posición sobre las metas de reducción de la temperatura global, y se había dicho sorprendido de que la delegación brasileña no hubiese sido invitada a sumarse al grupo.

"Brasil apoya desde la COP de Cancún en 2010 los 2 ºC" como tope del aumento de temperaturas, "pero estamos abiertos a considerar una manera de conciliar los intereses de las delegaciones de muchos países en desarrollo, somos conscientes de sus circunstancias y estamos dispuestos a trabajar con ellos para reforzar la meta de la temperatura, con una dirección hacia el 1,5º C", señaló.

Las declaraciones de ambas partes se abstienen de precisar puntos específicos de acción conjunta.

"El objetivo de 1,5º gue en la mesa de negociaciones y pienso que los brasileños están llevando hoy un broche que dice 1,5º", dijo a la AFP De Brum, que llevaba uno de esos broches en la solapa.

La ministra luxemburguesa de Medio Ambiente, Carole Dieschbourg, no quiso ser más explícita.

"Espero que se unan realmente a este grupo, y no solamente por escrito", añadió.

Greeenpeace publicó un comunicado destacando la decisión brasileña.

"Esta movida de Brasil podría cambiar toda la dinámica de las últimas horas de la conferencia", destacó Greenpeace en un comunicado.

Las negociaciones debían concluir el viernes, pero se prolongaron hasta el sábado, por desavenencias que oponen a países ricos y emergentes, relacionadas con la financiación de la lucha contra el cambio climático y con las metas de reducción de gases de efecto invernadero.

La red de grupos ambientalistas AVAAZ publicó el viernes una página entera de publicidad en el Herald Tribune donde se ve a los presidentes de Estados Unidos, China e India y a los primeros ministros de Alemania e India vestidos de Jedi, de la Guerra de las Galaxias, con un llamado a actuar para salvar el planeta.

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