Mario Draghi, el hombre con Europa en sus manos

  • Inminente presidente del Banco Central Europeo, este italiano de 63 años tiene en sus manos el momento más crítico de la economía europea en las últimas 7 décadas.
El futuro gobernador del BCE afirma que entiende a los "indignados"
El futuro gobernador del BCE afirma que entiende a los "indignados"
Michael Goldfarb, Londres (Reino Unido) | GlobalPost

Érase una vez cuando los bancos centrales eran figuras grises, sin apenas incidencia en la conciencia del público.

Luego vino el colapso de Lehman Brothers, el inicio de la crisis financiera mundial y de repente estas figuras grises se convirtieron en las oficinas de préstamo de países enteros. No han tenido tiempo para obtener la formación y los medios necesarios para su nueva fama.

Mario Draghi de Italia se ajusta al paradigma. Sobrio, gris, e intensamente privado, en pocas semanas se convertirá en jefe del Banco Central Europeo, el banco que supervisa el euro.

No es una tarea fácil, ni siquiera en los buenos tiempos, y estos son todo lo contrario.

En su bandeja de entrada: el continuo rescate de Grecia, la inflación y la sombra maligna de la deflación en la zona euro financieramente herida, la supervisión de la solvencia de los bancos minoristas de la zona euro y los mercados financieros. Y ese es sólo el corto plazo.

En el resto de su mandato de ocho años en la oficina probablemente tendrá que mantener esa estabilidad con la que lidian los líderes europeos:

A) Una unión fiscal de los 17 países de la zona euro, con su implicación de unos lazos políticos más estrechos, o

B) La ruptura del euro y su potencial destrucción de la economía global.

"Este es el momento más crítico de la economía mundial en los últimos 70 años en términos financieros, políticos y volatilidad", dice Adrian Pabst, especialista en economía política de Europa en la Universidad de Kent. "Él tendrá que resolver de forma increíble, tener una sabiduría increíble y un poco de suerte".

En un momento pesimista, la gente es en general positiva sobre este italiano de 63 años. Y con razón. Si tuviera que diseñar un banquero central perfecto, Draghi sería el único. Su CV cumple todos los requisitos:

- Asistir a una universidad de prestigio en tu país de origen: cumple.

- Pulir tus credenciales académicas en Cambridge, Massachusetts…: cumple y cumple  (tiene un doctorado en el MIT y pasó un tiempo como becario en la Escuela de Gobierno Kennedy de Harvard (Harvard´s School of Government).

-Trabajar para Goldman Sachs: cumple.

- Tiempo en el Banco Mundial: cumple (director ejecutivo durante la década de 1980).

- Miembro de instituciones de élite a nivel mundial: cumple por  partida doble  (es miembro del Instituto de Estudios Avanzados de Princeton y miembro honorario del Instituto Brookings).

-Actualmente ejerce un alto cargo: cumple. Es el director del banco central de Italia.

No hay persona más cualificada en Europa para dirigir el banco central, pero esa no es la razón por la que Draghi consiguió el trabajo.

Dentro de las peores tradiciones de la toma de decisiones de la Unión Europa, hasta principios de este año se asumía que el próximo jefe del BCE sería un alemán, ya que era el turno de Alemania.

Dado que se creó el  BCE a finales de 1990 este puesto ha sido ocupado por un holandés y un francés. El jefe del Bundesbank alemán, Axel Weber, se suponía que iba a asumir el cargo pero Weber renunció a principios de este año y efectivamente se apartó de la carrera. Draghi fue elegido para el cargo por unanimidad.

No todos en Alemania están contentos con un italiano tomando el control. Adrian Pabst, que es alemán, señaló en The  Guardian que el diario sensacionalista Bild, el periódico diario más vendido de Alemania, recientemente publicó un titular diciendo que "la inflación y los italianos" van juntos "como la salsa de tomate y los espaguetis".

Silvia Francecon, de la oficina en Roma del Consejo Europeo de la oficina de Relaciones Exteriores, entiende por qué ese sentimiento está latente. "La imagen de Italia hoy en día no es buena", dice. "Pero cuando los italianos son buenos, muy buenos, son superestrellas. Draghi es una de ellas.

Francecon dice que los alemanes , o los franceses o cualquier otra persona, no tienen por qué temer por el hecho de que un italiano esté a cargo del Banco Central. "Será objetivo. No será un italiano que esté a cargo del Banco Central; será un europeo. Trabajará para salvar a Europa y eso significa que va a trabajar para salvar a Italia, porque esto no es Grecia. Si Italia fracasa, Europa fracasa".

Draghi es una persona disciplinada. Se compromete a mantener su vida privada. No hay fiestas bunga bunga-en su pasado. Francecon dice que se sabe muy poco sobre él. "Es partidario de la ortodoxia de las medidas de austeridad y de las reformas estructurales". Su obra publicada es técnica, pero este reciente artículo da una idea de lo que piensa.

Para relajarse dice Francecon, "a Draghi le gusta escalar." Esta afición le ha enseñado el control. "Se mantiene tranquilo y capaz en situaciones difíciles".

Estar en pie en una cara de la roca de los Dolomitas, tratando de clavar un tornillo en la montaña para enroscar la cuerda exige ciertamente tener perspectiva, paciencia, nervios templados y tenacidad.

Es admirado por ser un cliente difícil. Fancecon del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR) dice que él es una de las pocas personas de la vida pública italiana que dice la verdad a sus compatriotas. "Ha dicho a los italianos: no podemos depender de otros para salvarnos, tenemos que salvarnos a nosotros mismos".

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