La subida del IRPF apenas supondrá 15 euros al mes para el 84% de los españoles

  • El Gobierno aprobó el pasado viernes una subida temporal de los impuestos que están relacionados con los sueldos. Y, aunque la noticia parecía ser un palo para nuestros bolsillos, los cálculos de los Técnicos de Hacienda estiman que el 84% de los declarantes deberá pagar, como máximo, 180 euros al año. O, lo que es lo mismo, 15 euros mensuales.
Ana P. Alarcos
Ana P. Alarcos

Más de uno se habrá echado las manos a la cabeza después de saber que el Gobierno popular ha subido el IRPF, el impuesto que está directamente relacionado con los salarios. Sin embargo, este jarro de agua fría inicial parece estar lejos de convertirse en un gasto brutal para el bolsillo de los españoles.

En concreto, según los cálculos de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA), cerca del 84% de los declarantes de nuestro país pagará un máximo de 180 euros cada año por el nuevo incremento impositivo. O, lo que es lo mismo, 15 euros mensuales.

Y es que los incrementos que anunció el Ejecutivo el pasado viernes (que oscilan entre el 0,75% para las rentas más bajas y el 7% para las más elevadas) no se realizan directamente sobre el sueldo bruto, que es la cifra total que cobra un trabajador, sino que se aplican después de haber realizado varios descuentos a esa cantidad.

Entre estas reducciones están, por ejemplo, las cuotas a la Seguridad Social que pagamos de forma proporcional a lo que cobramos, aunque hay muchas más. Existen rebajas por tener contratado un plan de pensiones, por estar afiliado a un partido político o un sindicato, e incluso por pertenecer a un colegio profesional, como al de abogados, médicos, arquitectos…

Pero aún hay más. Existen descuentos adicionales por tener hijos y también por tener familiares directos con discapacidad, ya sean ascendentes o descendientes. Todo ello, según GESTHA, reduce la cantidad que es susceptible de sufrir el incremento de la nueva subida del IRPF, lo que también se conoce como base liquidable. Sobre ella, incluso, se podrían aplicar otras rebajas como, por ejemplo, la deducción por vivienda.

Por eso, el hecho de que tus ingresos sean de 33.500 euros anuales no significa que tengas que hacer frente a partir de ahora de un incremento de tu IRPF del 3%, porque si aplicas los descuentos correspondientes a tu salario, la cantidad que está sujeta a este gravamen será inferior.

Tal y como adelantó el Ejecutivo el pasado viernes, quienes perciban hasta 17.707 euros deberán afrontar un impuesto del 24,75% (ya que la subida del IRPF en este caso es del 0,75%), mientras que aquellas rentas que oscilen entre 17.707 euros y 33.007 euros pagarán un 30% (un 2% más que hasta ahora).

Según los cálculos de GESTHA, cerca del 84% de los declarantes en España se encuentran en alguno de los casos anteriores, donde la cuantía adicional a pagar estará entre los 52 y los 180 euros anuales. Es decir, un máximo de 15 euros cada mes.

En cambio, el resto de los trabajadores (un 16%) deberá pagar entre 450 y algo más de 13.000 euros, dependiendo de cuál sea su base imponible. Por ejemplo, aquellas que oscilan entre 33.007 y 53.407 euros (el 10% de los declarantes) sufrirán un incremento del IRPF del 3%, hasta alcanzar el 40%, lo que supondrá en torno a 450 euros anuales, es decir, algo más de 37 euros mensuales.

Para las bases imponibles que se sitúen entre 53.407 y 120.000 euros, el incremento es del 4%, hasta el 47%, lo que se traduce en un coste extra para el bolsillo de unos 1.150 euros anuales. Es decir, de casi 100 euros al mes.

Por otro lado, las rentas que estén entre 120.000 y 175.000 euros sufrirán un aumento del IRPF del 5%, hasta el 49%. Esto significa que deberán pagar unos 2.550 euros más al año o, lo que es lo mismo, cerca de 212 euros mensuales.

Suma y sigue, porque para las bases imponibles que oscilen entre 175.000 y 300.000 euros, el nuevo gravamen asciende al 51% (porque se ha subido un 6%), lo que implica que deberán pagar unos 4.200 euros anuales (al mes, unos 350 euros).

Pero el palo más fuerte se lo llevarán las rentas que superen los 300.000 euros, cuyo IRPF pasa del 45% al 52%. Este incremento impositivo, traducido a euros, supondrá un pago de unos 13.500 euros al año o, si hablamos de un desembolso mensual, de casi 1.130 euros.

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