La tragedia griega tiene un lado bueno: mantiene baratas las hipotecas

  • La agónica situación de la economía helena está obligando al Banco Central Europeo a mantener la barra libre de liquidez más tiempo del previsto, una politica que permite alargar los mínimos históricos en que se mueve el euribor.
Ruth Ugalde

Aunque parezca mentira, la catástrofe que está viviendo la economía griega y que está salpicando a toda Europa también tiene un lado bueno: mantener baratas las hipotecas. El motivo es que el Banco Central Europeo ha decidido continuar con la barra libre de liquidez, para garantizar que el interbancario siga funcionando.

Sobre todo, tras la experiencia de hace año y medio, cuando la crisis financiera desató la desconfianza entre las entidades financieras y congeló el interbancario. Si este mercado no funciona, se encarece y se traslada al euribor, que es el índice de referencia de las hipotecas.

Para evitar que se repita la historia, el BCE ha decidido no sólo mantener los tipos en el mínimo históricos del 1%, sino mantener todas las políticas de liquidez. "Dada la situación de los PIIGS -Portugal, Italia, Irlanda, Grecia y España- no conviene subir tipos ni poner trabas a las políticas monetarias. Esto va a durar, mientras siga la alarma en los mercado", señala el profesor del Instituto de Empresa Rafael Pampillón.

"Se espera que el BCE mantenga los tipos sin cambios hasta el segundo trimestre de 2011", apunta el analista de Citi José Luis Martínez-Campuzano. No obstante, también apunta que la desconfianza que ha resurgido respecto al sistema financiero puede provocar picos concretos del euribor, derivados de la tensión en el mercado interbancario.

Precisamente, para evitar que esto ocurra, es por lo que el BCE ha mantenido la barra libre de liquidez, como apunta el profesor de IESE Rolf Campos. "Las medidas adoptadas por el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, ayudan a relajar las tensiones que podrían producirse en el interbancario por culpa de la desconfianza", señala.

La muestra más clara del beneficio que supone para las hipotecas esta política de liquidez está en la decisión tomada el pasado mes de marzo de no endurecer la garantía que exige el BCE a los bancos para acudir a sus subastas. De haber llevado a cabo los planes previstos, a partir de marzo se abría empezado a incrementar, poco a poco, el euribor. Y, en cambio, continúa en torno al 1,2%.

La pregunta ahora es: ¿cuánto van a durar estos mínimos? Nadie se atreve a dar una fecha concreta, pero todos los expertos coinciden en afirmar que, mientras continúen las tensiones de Grecia, seguirá la barra libre de liquidez. Y mientras ésta persista, el euribor seguirá en mínimos.

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