El Tesoro coloca más de lo previsto en la mejor subasta a diez años desde abril

    • El organismo emisor ha colocado 4.798 millones en bonos a tres y diez años, por encima de la cantidad máxima prevista que se situaba en 4.500 millones.
    • Los inversores han exigido unos intereses inferiores al plazo más largo que en la anterior emisión. En cambio, a tres años la rentabilidad ha estado en línea.
    • La demanda ha rozado los 8.600 millones de euros.

El Tesoro adjudica 4.798 millones en bonos, más de lo previsto
El Tesoro adjudica 4.798 millones en bonos, más de lo previsto
Ana P. Alarcos

España ha pasado el crucial examen que tenía hoy en el mercado. El Tesoro Público se había propuesto colocar entre 3.500 y 4.500 millones de euros en bonos a tres y cinco años, y ha superado de largo su objetivo.

De esta forma, y como esperaban los expertos, la institución dependiente del Ministerio de Economía sigue la tendencia del pasado martes, cuando colocó más letras de lo previsto y más barato.

Resumimos las claves de la subasta:

1. Cuánto ha colocado en cada plazo

En total, el organismo emisor ha colocado 4.798 millones de euros, casi 300 millones más de lo que había previsto. No obstante, casi toda la cantidad se enmarca dentro del plazo de tres años.

En concreto, ha colocado 3.940 millones a un interés medio del 3,845%, ligeramente superior al que pagó en la anterior emisión de este tipo de papel.

Además, ha adjudicado otros 858 millones en deuda a diez años a un rendimiento del 5,666%, casi un punto por debajo que en la subasta precedente, y ligeramente por debajo del nivel que marcaba en el mercado secundario (5,7%).

2. ¿Le ha salido más caro o más batato?

En términos absolutos, la colocación a tres años le ha salido más barata. Aunque, en términos relativos, los dos plazos han salido bien en la foto final de la emisión.

Prueba de ello es que, en la anterior subasta de bonos a tres años (celebrada el 6 de septiembre), España desembolsó una rentabilidad del 3,676%, lo que significa que hoy le ha costado un 4% más.

Aunque, como señala Julián Benavente, analista de CM Capital Markets, "estos niveles de interés son aceptables. Ha salido más caro porque el 6 de septiembre el mercado esperaba con gran optimismo la reunión del BCE, en la que anunció el plan de ayuda al euro".

Es más, exceptuando dicha emisión, la de hoy ha sido la única en la que el interés ha estado por debajo del 4% desde abril.

Lo mismo ocurre con la colocación de los bonos a diez años: ha sido la más barata desde entonces. Y es que entre mayo y agosto, los inversores han pedido más de un 6% por comprar al Tesoro deuda a este plazo. Hoy, en cambio, el tipo medio ha sido un 5,66%, un 15% por debajo de lo que desembolsó en la anterior emisión (del 2 de agosto).

3. ¿Ha habido mucho apetito por parte de los inversores?

Para saberlo, hay que mirar un dato de la emisión: el ratio de cobertura, que mide las veces en las que la demanda (lo que han pedido los inversores) ha superado a la oferta (lo que ha colocado el Tesoro).

En el plazo a tres años, la cobertura ha estado ligeramente por debajo de la registrada en la anterior colocación. Hoy ha sido de 1,55 veces, frente a las 1,76 veces anteriores. A diez años, en cambio, ha subido de las 2,4 veces previas a 2,84 veces.

En total, los inversores han pedido 8.576 millones de euros, 6.132 millones a tres años y otros 2.444 millones a diez.

Ahora bien, los expertos también recuerdan que, en términos absolutos, la demanda de los bonos a tres años ha sido mucho mejor que la de diez años. ¿La razón? Al plazo más corto ha adjudicado una cantidad elevada y, además, lo ha hecho con una rentabilidad ligeramente más elevada que en la colocación anterior.

4. Reacción en el mercado

De momento, las cifras de la emisión no llegan al parqué, ni al mercado de deuda, donde la bolsa sigue cotizando con fuertes caídas y la prima de riesgo continúa cerca de los 420 puntos básicos.

¿El motivo? Aunque el interés del bono español a diez años se mantiene en línea con los niveles de ayer (esto es, por debajo del 5,8%), la rentabilidad de su homólogo alemán está cayendo y escapa del 1,6%. De ahí que la distancia entre ambas cifras esté aumentando.

Según los expertos, a los inversores no les parece haber gustado que España haya cargado tintas en el plazo a tres años (que entra dentro del programa de compra de deuda del BCE) y que apenas haya adjudicado títulos a una década.


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