Cómo le afecta a España que Moody's baje su nota de solvencia

  • La rebaja de rating de España llega en un momento muy delicado para nuestra economia, de ahí que los expertos crean que la bolsa y los bonos se verán afectados. Sin embargo, aseguran que nuestra deuda sigue siendo de calidad, por lo que los castigos no deberían ser muy severos.
Moody's castiga a España el día en que se conocen las necesidades de la banca
Moody's castiga a España el día en que se conocen las necesidades de la banca
Ana P. Alarcos

"La decisión de Moody's pone otra vez a España y a sus mercados al pie del cañón". Con estas palabras resume Juan Carlos Martínez Lázaro, economista de IE Business School, el impacto de la rebaja de la nota de solvencia de la deuda española.

Ayer, la agencia de calificación Moody's comunicó su decisión de bajar un escalón nuestro rating y de ponerlo bajo perspectiva negativa, lo que implica que podría sufrir más recortes en los próximos meses. 

"Está claro que la noticia añade incertidumbre. Pero tampoco nos debería extrañar. Ya en diciembre Moody's nos puso bajo revisión, lo que suponía reducir o mantener la nota en los siguientes tres meses, y caducaba el plazo el próximo martes. Como apunte positivo, la rebaja sólo ha sido de un escalón, hasta AA2, lo que se traduce en una calidad media/alta de la deuda española", explica Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4.

Sin embargo, la rebaja de calificación llega en un momento de alta tensión en los países de la periferia europea. Portugal, Grecia y España han dado mucho de qué hablar a los mercados en las últimas dos semanas.

"Fitch bajó la perspectiva de España a negativa, y la propia Moody´s ha recordado el rating a Grecia y a seis de sus bancos. Si a esto le sumamos las subastas de deuda de esta semana en Grecia, España y Portugal (de las que el mercado ha hecho una lectura bastante negativa), y la cercanía de la cumbre europea, donde se puede tratar la situación de la periferia, llegamos a un plus de nocividad", explica Daniel Pingarrón, estratega de IG Markets.

Además, a este escenario hay que sumarle otros riesgos: los que provoca el conflicto en Libia y los que han surgido desde que el Banco Central Europeo insinuó una subida de los tipos de interés en abril. 

"La escalada del precio del petróleo y el inminente alza del precio del dinero son otros de los factores que pueden pasarle factura a España. Somos un país deudor en toda regla (es decir, dependemos mucho de la financiación del exterior) y está claro que todos estos acontecimientos son un golpe, pero no un mazazo", añade Antonio Moreno Ibáñez, vicedecano de la Facultad de Económicas de la Universidad de Navarra.

En un contexto como éste, las consecuencias del recorte de la nota de solvencia de nuestra deuda cobran más relevancia. "La primera consecuencia es que al Tesoro le va a resultar más caro financiarse. Es decir, a los inversores van a exigir más intereses a España cuando compren deuda pública porque, cuanto mayor es el riesgo de un país, mayor es la rentabilidad que debe pagar", señala Ángel Martínez-Aldama, director general de Inverco.

"La segunda consecuencia, derivada de la anterior, es que a las empresas privadas les va a costar más financiarse, porque están englobadas en la marca España", añade el experto en fondos.

Sin embargo, el mercado descarta que España vaya a sufrir un castigo extremadamente duro en los mercados. Como comenta el blog FinancialRed, "parece que el efecto de las bajadas de rating está bastante controlado, aunque sí es cierto que supone un toque de atención".

El primer aviso ya se produjo ayer. El principal indicador de la bolsa española cerró la sesión en 10.435 puntos, su nivel más bajo desde mediados de enero, mientras que la prima de riesgo, que se mide a través del diferencial entre el bono español a diez años y el alemán, se sitúa en torno a los 230 puntos básicos, su cota más alta en seis semanas. 

Aún así, los expertos consideran que hay un rayo de luz al final del túnel. Primero, porque los inversores tienen que reaccionar a los datos que publicó ayer el Banco de Españasobre las necesidades de capital del sistema financiero. Los 15.152 millones anunciados por el organismo han estado por debajo de lo que estimaba el Gobierno, las agencias de rating y los grandes bancos de inversión internacionales.

Y, segundo, porque el fondo del mercado no ha cambiado: sigue siendo positivo. "Hemos vivido un arranque de año espectacular y ahora han llegado tiempos peores. Pero los resultados de las empresas están siendo buenos, los datos macroeconómicos no son tan alarmantes como hace unos meses y se están produciendo movimientos corporativos. La bolsa española tiene buen fondo", concluye Aguirre.

Pero, por si acaso, que España se prepare para afrontar nuevas curvas en los próximos tiempos.

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