El dólar, bajo mínimos: ¿está tan grave como parece?

  • La moneda estadounidense sigue perdiendo posiciones frente al euro y al yen. ¿Qué está ocurriendo para que esté cayendo tanto? ¿Lo seguirá haciendo? Y, lo más importante, ¿este escenario tiene un impacto real en la economía? Estas preguntas nos desvelan el estado de gravedad del dólar.
Ana P. Alarcos

La moneda estadounidense no levanta cabeza. De hecho, su debilidad ha crecido a pasos de gigante en los últimos días. Desde el pasado día 14 de septiembre, el dólar ha marcado su peor registro  de los últimos quince años frente al yen japonés y ha vuelto a los niveles de principios de agosto frente a nuestro euro. Actualmente, un dólar equivale a 0,84 yenes y a unos 0,76 euros. Pero, ¿cuáles son las causas y consecuencias de este escenario?

En primer lugar, los expertos achacan las últimas caídas de la divisa a los síntomas de debilidad que está mostrando la economía de Estados Unidos–que ha obligado a los analistas a recortar sus previsiones de crecimiento para lo que queda de año- y al miedo de que la primera potencia mundial entre en deflación–es decir, que los precios experimenten un crecimiento negativo durante, al menos, seis meses-.

El parón económico en Estados Unidos ha llegado a desatar el temor a una nueva recesión. A pesar de que tanto el gobierno de Barack Obama, como los organismos internacionales aseguran que la primera economía mundial no volverá a caer en las garras de la crisis, algunos analistas no descartan que Estados Unidos esté viviendo una recuperación en forma de W. De cumplirse tal pronóstico, al país aún le quedaría mucho camino por delante para reaccionar.

Sin embargo, muchos expertos creen que ambos escenarios están lejos de la realidad, sobre todo después de que la Reserva Federal (Fed) anunciara ayer en un comunicado que está preparada para implementar medidas de estímulo adicionales para promover la recuperación y llevar a la economía de vuelta a la inflación. La cuesta abajo del dólar abre dos interrogantes fundamentales:

-¿Tiene efectos reales en la economía? La caída del dólar tiene un impacto real en la economía mundial. En Estados Unidos, por ejemplo, la debilidad de la divisa obligará a la Reserva Federal (Fed) a imprimir más dinero. Esto significa que inyectará liquidez al mercado, y tendrá una consecuencia automática: su depreciación. “Esta medida ayudará a espantar los fantasmas de la deflación, que es lo que está buscando”, asegura Javier Alfayate, de Acciones de Bolsa.

Pero la caída del dólar también tendrá un efecto positivo en Estados Unidos. José Trecet, director de contenidos de FinancialRed, explica que “un dólar bajo impulsará las exportaciones y la competitividad del país. Algo que le viene muy bien porque últimamente ha perdido fuelle frente a China. Por eso un dólar débil, en parte, les beneficia”.

La economía europea también se beneficiará de algo: le va a costar menos importar productos norteamericanos. Sin embargo, Japón se llevará la peor parte. Primero porque su economía se basa en las exportaciones y, con un euro débil, al final sale más rentable comprar productos americanos que nipones. Además, si la caída del dólar se mantiene, el gobierno japonés se podría ver obligado a intervenir el yen y forzar su devaluación, algo que ya ha hecho recientemente.

Otro de los efectos de la debilidad de la moneda tiene su reflejo en la cotización de las materias primas como el oro, que está brillando más que nunca, y en el descenso de la rentabilidad de los bonos de los países más ‘seguros’, los que los inversores utilizan para refugiar su dinero en tiempos de estabilidad -los bonos alemanes, sin ir más lejos-.

Sin embargo, los expertos creen que la caída del dólar no tendrá apenas impacto en las bolsas. Según Elena Martín, de Unicorp Patrimonio, “en principio, no habrá movimiento en las bolsas europeas porque son las divisas las que suelen sufrir las consecuencias de lo que pasa en los mercados de valores, no al contrario”.

-¿Puede seguir inmerso en una espiral bajista? La previsión actual es que el dólar siga muy débil y que el euro siga subiendo. Esa es, al menos, la percepción que tienen la mayoría de los expertos. Un informe de FinAgentes, de hecho, asegura que el euro puede seguir escalando posiciones frente al dólar. Según la firma, “la ruptura de los 1,3290 dólares le permite avanzar hacia la zona objetivo de los 1,3340 y, si rompe este nivel, el siguiente sería el 1,3550”.

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