Fráncfort está lejos de su sueño: quitar a Londres el puesto de mejor bolsa europea

    • Los ingresos del centro financiero alemán se han desplomado un 20% hasta septiembre y el negocio de banca de inversión de la ciudad ha despedido a un 15% de la plantilla.
    • Además, la plaza germana ha perdido su última oportunidad para unirse con la estadounidense y formar la mayor bolsa del mundo.
Fráncfort sigue sin estar a la altura de La City de Londres
Fráncfort sigue sin estar a la altura de La City de Londres
Ana P. Alarcos

Muchas ciudades darían cualquier cosa por ser Fráncfort. Alberga la sede central del Banco Central Europeo y es el gran centro de negocios de Alemania, la locomotora de Europa.

Sin embargo, a la localidad germana le falta precisamente lo que más desea: ser el referente de los mercados europeos. Un título que, hoy en día, está en manos de la todopoderosa City de Londres.

Y lo peor es que, a medida que avanza la crisis, su sueño de ser el parqué europeo número uno del mundo se va diluyendo a marchas forzadas. Sus posibilidades empezaron a decaer con el estallido de la crisis financiera y se han reducido todavía más con la enfermedad de la deuda soberana que padece la eurozona.

"Fráncfort lleva más de diez años intentando ser más fuerte que Londres, pero sus intentos nunca han dado los frutos esperados", confiesa Andreas Weik, uno de los responsables de la firma de cazatalentos Heads! al diario The Wall Street Journal.

¿Las razones? Para empezar, sus ingresos están cayendo en picado, más que en otras plazas internacionales, y está sufriendo una auténtica fuga de cerebros.

Según los datos que maneja la firma Dealogic, en Alemania, la facturación de la banca de inversión se ha desplomado un 20% en los primeros nueve meses del año, hasta rondar los 1.740 millones de dólares (unos 1.310 millones de euros).

Esta cifra no representa ni la mitad de la que alcanzó en 2007 y es mucho más reducida que la conseguida por su rival londinense: sus ingresos han disminuido en ese mismo tiempo en torno al 12%, hasta quedarse en 2.400 millones de dólares (en euros, unos 1.810 millones).

En plena caída del negocio, muchas entidades financieras internacionales (como las suizas Credit Suisse y UBS o la estadounidense Citigroup), se han visto obligadas a acometer duros planes de reestructuración que, inevitablemente, han desembocado en cientos de despidos.

Según estiman fuentes de mercado, se han eliminado cerca de un 15% de los puestos de trabajo en la banca de inversión de la ciudad germana. Sobre todo, en las áreas de fusiones y adquisiciones, y de mercados de valores, muy afectadas por la tormenta del mercado.

Todo este coctel de problemas parece haber sido demasiado para el corazón financiero alemán, que está soportando una carga más pesada que sus rivales Wall Street, Londres y Hong Kong: los achaques de la eurozona.

"Los despidos en 2011 estuvieron más sujetos a un cambio en el sector bancario, mientras que los recortes de 2012 reflejan más el desarrollo de la economía de la eurozona", puntualiza Christian Baum, vicepresidente de la firma de cazatalentos Options Group.

La bolsa se queda sin novio

Suma y sigue, porque hay otro acontecimiento que parece haber trastocado los planes conquistadores de Fráncfort y es que la empresa que gestiona su bolsa, la Deutsche Böerse, se ha quedado sin su gran pareja de baile: la bolsa estadounidense (NYSE).

El pasado mes de febrero, la Comisión Europea vetó su fusión con NYSE al considerar que era una operación "inadmisible" de acuerdo a las leyes de competencia. Un matrimonio que fue duramente criticado por el mercado tecnológico estadounidense Nasdaq y por la Bolsa de Londres, que pretendían impedir la creación de la mayor plaza financiera del planeta.

"Es un día negro para Europa y para el futuro competitivo de los mercados financieros globales. La decisión de la Comisión Europea no responde a la realidad", confesó la bolsa germana tras la decisión de Bruselas.

Y parece que las posibilidades de sellar en el futuro una nueva alianza han llegado a su fin. El pasado jueves, NYSE anunció su matrimonio con el operador Intercontinental Exchange (ICE). Un nuevo golpe a la moral del mercado germano.

ICE, con sede en Atlanta (Estados Unidos) y especializada en derivados y materias primas, es una entidad más pequeña que Deutsche Böerse. Aun así, ha logrado lo que no pudo Fráncfort: hacerse con el operador de las bolsas de Nueva York, París, Bruselas, Amsterdam y Lisboa, así como el mercado de derivados Liffe, con sede en Londres.

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