Elecciones Estados Unidos 2012: la economía prefiere que Obama gane

A pocas horas de que los estadounidenses vayan a las urnas a elegir a su nuevo presidente, los expertos económicos y de mercado se posicionan a favor del candidato demócrata Barack Obama.

Según sus argumentos, el primer inquilino negro de la Casa Blanca, a pesar de todo, ha conseguido crear empleo, mantener la senda del crecimiento, repartir equitativamente los ajustes y defender una política económica más abierta que la de su contrincante, el republicano Mitt Romney. Por no hablar de que, desde hace meses, es el candidato favorito de Wall Street.

Éstos son los motivos que tienen los expertos para decir que, si pudiera votar la economía, lo haría por Obama:

1. La economía crece y crea empleo

El primer dato que utilizan los expertos para argumentar que la victoria demócrata será mejor para la economía son las cifras de crecimiento que ha conseguido la primera potencia mundial durante su mandato, que empezó en enero del año 2009.

"Desde julio de 2009 (cuando la economía dejó atrás la recesión y empezó a crecer de nuevo) hasta el pasado 31 de octubre, Estados Unidos ha creado unos 5,2 millones de puestos de trabajo y el PIB ha crecido a un ritmo medio del 2,2%", asegura Jorge Díaz-Cardiel, experto en la realidad empresarial y económica norteamericana y autor de la obra La reinvención de Obama.

¿Eso es mucho o poco? Las cifras son muy elevadas si se comparan con las registradas en las dos legislaturas de George Bush (enero 2001-enero 2009), el antecesor de Obama. Durante sus ocho años en el poder, el Gobierno republicano logró crear 3,5 millones de puestos de trabajo, frente a los 5 que ha logrado Obama en la mitad de tiempo.

Ahora bien, de esa cifra, la creación de puestos de trabajo netos queda reducida a 300.000 según los cálculos de la CNN. Esto significa que se han destruido 4,9 millones de empleos.

La cifra es muy reducida (sobre todo, teniendo en cuenta que la fuerza laboral en el país es de 155 millones de personas), aunque supone una mejora respecto a la primera legislatura de Bush: entre 2001 y 2004, se destruyeron casi 2 millones de empleos netos.

Además, las previsiones de los organismos internacionales esperan que se mantengan los crecimientos actuales del PIB, lo que invita a pensar que se seguirán puestos de trabajo.

Según recuerda PwC, "las previsiones del FMI apuntan que el PIB estadounidense crecerá un 2,3% en 2013, mientras que las de la OCDE señalan un alza del 2,6%". Es decir, la primera potencia del planeta puede avanzar a mayor ritmo en 2013 que el que ha mantenido hasta ahora.

"Por eso, hay razones para creer que el empleo siga repuntando y que en los próximos ejercicios se recuperen los 8,5 millones de trabajos que se han destruido con la tormenta financiera y económica que arrancó en 2007 (es decir, desde la mitad del segundo mandato de Bush)", recuerda Díaz-Cardiel.

Además, como ha asegurado Alan Greenspan, expresidente de la Reserva Federal, "la rentabilidad de las empresas norteamericanas es la más elevada de los últimos 70 años, mientras que la tasa de ahorro de los hogares equivale al 4% del PIB (en 2007 fue del 0%) y se elevará hasta el 7% en 2012".

2. Visión globalizada de los problemas

Otro argumento que usan los expertos para avalar que el triunfo demócrata sería una buena noticia es que su política es más abierta que la defendida por el partido republicano. Es decir, que la forma de actuar de los demócratas es más multilateral y la de los republicanos, unilateral.

¿Y qué significa esto? "Que el partido de Barack Obama es consciente de que vivimos en un mundo interconectado y que los problemas se pueden contagiar. Por eso se preocupa por la gravedad de la crisis de deuda europea y anima a tomar decisiones que la erradiquen. Algo que no ha hecho Romney, quien señala que el Viejo Continente ha hecho mal las cosas y espera que su país no tome el mismo rumbo", explica José Luis Álvarez Arce, director del departamento de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Navarra.

Además de la preocupación por Europa, el Ejecutivo de Obama ha apostado por ampliar los lazos comerciales con muchos países y ha firmado acuerdos con Panamá, Corea del Sur, Colombia o la todopoderosa China. "Un nuevo guiño a su política económica abierta, alejada de cualquier aislacionismo y adaptada al mercado globalizado", puntualiza Álvarez Arce.

3. Reparto equitativo de los ajustes

Todavía hay un cuarto dato que coloca al demócrata por delante de su oponente: la claridad y la equidad de las medidas que quiere llevar a cabo.

"Parece que Obama presenta un programa más equilibrado que Romney. Apuesta por repartir las cargas de los ajustes, hacerlos de forma progresiva y mejorar la competitividad de la economía estadounidense", asegura Estefanía Ponte, responsable del departamento de economía de Cortal Consors, el bróker online de BNP Paribas.

Y es que, como señalan fuentes de mercado, los demócratas quieren impulsar la industria, mientras que sus rivales prefieren apostar por la economía financiera.

Pero, ¿en qué consisten las medidas de cada partido? Obama, por ejemplo, prevé subir los impuestos a los ricos (quiere imponer un gravamen mínimo del 30% a quienes ganen más de un millón de dólares anuales -apenas un 2% de la población-), promete algunas exenciones fiscales a las rentas inferiores a 250.000 dólares anuales (unos 193.000 euros) y reducir las cargas impositivas a las empresas (que pasarán del 35% al 28%).

En cambio, Romney quiere reducir un 20% los tributos a los contribuyentes y dejar en el 25% el impuesto a las empresas (diez puntos por debajo del nivel actual). A priori, parece una buena propuesta, aunque conlleva algún que otro riesgo.

"La medida republicana es buena para una economía con un crecimiento sólido, pero ahora mismo Estados Unidos no está en esa tesitura. Si se bajan los impuestos de forma generalizada podría haber un descenso de los ingresos del Estado y esto tiene un peligro: pueden estropear más las cuentas americanas", asegura el experto de la Universidad de Navarra.

4. Tiene química con la Reserva Federal

Suma y sigue, porque los expertos también aseguran que Barack Obama se entiende con Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed).

"No es tanto una afinidad ideológica como la apuesta por tomar medidas globales para unos problemas globales. Es decir, Bernanke también guía sus actuaciones mirando al resto del mundo aunque, lógicamente, su prioridad es proteger la economía norteamericana", apuntan fuentes de mercado.

"Por eso, si Obama es reelegido, todo apunta a que la Fed mantendrá su actual política expansiva, que ha consistido en los últimos tiempos en dejar en mínimos históricos el precio del dinero e inyectar dinero a la economía. Ésta podría seguir siendo su hoja de ruta hasta enero de 2014, cuando expira el mandato de Bernanke", puntualizan dichas fuentes.

5. Wall Street lo apoya

Por último, quien también parece apoyar un nuevo mandato del líder demócrata es el mayor mercado de valores del mundo: Wall Street.

Desde que Obama llegó al poder, el índice Dow Jones de industriales ha subido un 66% (tras pasar de los 7.949 puntos a superar los 13.100), mientras que el Standard&Poor's 500, el indicador que agrupa a las 500 mayores empresas del país, se ha revalorizado nada menos que un 74%.

Estas subidas son muy pronunciadas y convierten a Obama en uno de los presidentes más queridos por la bolsa estadounidense, un honor que comparte con Roosevelt, Eisenhower y Clinton.

No obstante, se debe tener en cuenta que el parqué neoyorquino venía de unos niveles muy bajos, lo que explica gran parte de esta recuperación.

Todo ello sin olvidar que la prensa internacional y hasta el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, se han pronunciado a favor de su victoria.ESPECIAL: Todo sobre las elecciones en EEUU. Además, sigue los resultados en directo AQUÍ.