PSA y GM producirán conjuntamente vehículos Opel en Francia

París, 12 dic.- Los fabricantes automovilísticos PSA Peugeot Citroën y General Motors anunciaron hoy que el sustituto del Opel Zafira se fabricará en la planta francesa de Sochaux, al mismo tiempo que confirmaron que el 3008 de Peugeot será ensamblado en Zaragoza.

De esta forma, los dos grupos, que firmaron una alianza estratégica en marzo de 2012, compartirán sus fábricas en Europa para lanzar al mercado modelos que llegarán a partir de 2016, señalaron ambos grupos en un comunicado conjunto.

En Zaragoza, tal y como se había anunciado en octubre pasado, se ensamblarán el nuevo Meriva de Opel y el C3 Picasso de Peugeot. De Sochaux, sede histórica de la marca del león, saldrán el 3008 y el sustituto del Zafira.

Todos esos modelos estarán montados sobre las plataformas desarrolladas por PSA, indicaron.

Por otro lado, los dos grupos abandonan el proyecto de desarrollo conjunto de una plataforma común para vehículos utilitarios con motores de gasolina y pequeña cilindrada, idea contenida en su alianza.

En cambio, mantienen la idea de desarrollar un modelo de ese segmento montado sobre las plataformas de PSA.

Los dos constructores también revisaron a la baja las sinergias derivadas de su alianza, calculadas en 1.200 millones de dólares anuales a partir de 2018, 800 millones menos de lo indicado inicialmente.

Finalmente, GM indicó que renuncia a su derecho de veto sobre la firma de acuerdos de PSA con otros constructores, lo que supone la luz verde a que el grupo francés pueda abrir su capital a la entrada del chino DongFeng.

Poco antes de emitir este comunicado conjunto, PSA publicó uno individual en el que afirmaba tener negociaciones con "diferentes socios, incluido DongFeng Motor", con el que ya tiene una empresa conjunta que colabora en tres plantas en China.

Según diversos medios, la empresa francesa, controlada por la familia Peugeot, estudia una ampliación de capital de 4.000 millones de euros destinada al grupo chino, mientras que el Estado galo aportaría una cifra similar para evitar la salida del grupo de Francia.

PSA atraviesa importantes turbulencias financieras, derivadas de su excesiva implantación en los mercados europeos, en claro retroceso, frente al crecimiento que tienen los países emergentes.

El grupo registró el año pasado unas pérdidas de 5.000 millones de euros, las mayores de su historia, lo que le obligó a emprender una reestructuración de sus actividades, que le llevó a cerrar en Francia su planta de Aulnay-sous-Bois, a las afueras de París, y a reducir el 10 por ciento de su plantilla.