Allá en La Habana... la telefonía española también nació en Cuba

  • Roberto Jiménez.

Roberto Jiménez.

Valladolid, 11 jul.- Mientras España apuraba a trancas y barrancas uno de los siglos más convulsos de su historia, "Allá en La Habana..." -como principia una de las habaneras más populares y reconocidas del género-, el 2 de noviembre de 1877 tuvo lugar la primera conversación telefónica en lengua hispana.

Juan J. Musset, teniente coronel del Cuerpo de Bomberos del Comercio de La Habana, conversó cerca de una hora con su esposa desde el cuartel en que se hallaba, según consta en uno de los primeros paneles de la exposición "¿Sí? Dígame. Breve historia del teléfono y más", inaugurada hoy en el Museo de la Ciencia, en Valladolid.

La pujanza del comercio colonial en Cuba no sólo propició en 1837 la apertura de la primera línea de ferrocarril de España (La Habana-Güimes) -entonces en una colonia o territorio de ultramar de donde venían los productos conocidos como coloniales o ultramarinos- sino también el origen de la telefonía hispano-parlante que mes y medio más tarde continuó en Barcelona con una nueva demostración.

Desde finales del siglo XIX, con los primeros prototipos manufacturados por Antonio Meucci y Alexander Graham Bell, hasta la imparable irrupción de las nuevas tecnologías de la comunicación, la exposición recorre 150 años de historia moderna y contemporánea a través de medio centenar de piezas originales que permanecerán en Valladolid hasta el 24 de noviembre.

Todos los modelos, algunos auténticas piezas de museo y los más recientes próximos a la tendencia 'vintage', fueron en su momento innovadores o rupturistas fruto de un progreso e investigación que ya se desató, a partir de la década de los noventa, con cambios radicales de un año para otro, sin apenas tiempo para asimilar sus posibilidades o acomodarse en el mercado.

Una vieja bicicleta, expuesta entre los fondos como recuerdo de las que usaban los servicios de reparación para desplazarse hasta las torretas, contrasta con el capítulo dedicado a la telefonía celular y la era digital donde, además de la voz, convergen textos, imágenes y música, entre otras posibilidades y nuevas pautas de comunicación que han modificado los hábitos y relaciones sociales.

Por orden cronológico, el muestrario incluye prototipos fechados en el último decenio del siglo XIX, una representación de los aparatos que en sus comienzos combinaron en su formas la utilidad con una estética refinada, barroca en ocasiones y seguramente pensada en los gustos de las clases altas que eran entonces las únicas que podían acceder a lo que era considerado como un lujo.

Un año después de aquella primera conversación de La Habana, en 1878 un sistema de telefonía comunicó en Madrid la sede de Telégrafos con la del Ministerio de Guerra, y en 1879 el rey Alfonso XII ya dispuso de uno análogo para comunicarse entre el Palacio Real, en la capital de España, con el de Aranjuez (Madrid).

Al margen de los comerciantes e industriales, servicios de seguridad nacional y elite social como primeros usuarios de este servicio, la telefonía en España se popularizó a mediados del siglo XX, en los años cincuenta, con la aparición del aparato de fichas, de color negro, que solía ubicarse en bares, teleclubes o en otros locales públicos, comercializado por Standard Eléctrica.

Además del teléfono de fichas y ya en los años setenta, la exposición incluye mesas de operadoras y centralitas como símbolo de la popularización de la telefonía, así como otros modelos más recientes y reconocibles entre las últimas generaciones: Heraldo (1970), Góndola (1983), Datáfono (1985), Monopieza (1985), Domo (1999) y Forma (1998).

Un amplio muestrario de fotografías históricas complementan esta exposición que han visitado el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva; la directora del Museo de la Ciencia, Inés Rodríguez; y la responsable de proyectos de Arte y Tecnología de la Fundación Telefónica, Laura Fernández.

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