Sídney (Australia).- Un Airbus 330 de la aerolínea australiana Qantas, que realizaba un vuelo entre Manila y Sídney, hizo hoy un aterrizaje forzoso al declararse un incendio en la cabina, sin que nadie resultase herido, informaron medios locales.
El avión fue desviado al aeropuerto de la ciudad de Cairns, al norte de Australia, donde se desembarcó a los 147 pasajeros y 11 miembros de la tripulación, sin lesionados.
Un portavoz de Qantas Luke Enright dijo al Canal 9 de la televisión australiana que las llamas y el humo fueron causados por una "fallo eléctrico" en el sistema de calefacción que previene que los cristales se congelen en las alturas.
Qantas ordenó una investigación interna y notificó los hechos a la Oficina Australiana de Transporte Aéreo (ATBS, según sus siglas en inglés), organismo que hará una pesquisa por separado.
En noviembre pasado, un A380 de Qantas tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia en Singapur tras sufrir una avería en uno de los cuatro motores Rolls-Royce, que explotó por la combustión del aceite en pleno vuelo.
Qantas mantuvo durante tres semanas en tierra a todos sus aparatos del modelo, aunque no paralizó la compra de los catorce aviones que había encargado previamente a Airbus.
Airbus reconoció que se trató del primer problema técnico grave en el mayor avión de pasajeros del mundo, que entró en servicio hace tres años.
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