La Hacienda catalana choca con 5 leyes y no tiene una base de datos completa

  • Gestionar sus propios impuestos es una de las demandas de la Generalitat. Por esta razón, se creó la Agencia Tributaria de Cataluña, declarada inconstitucional en julio de 2016.

    A día de hoy, la ATC gestiona 16 tributos con los que ha recaudado un total de 2.914,89 millones de euros en impuestos durante el 2016, un 8,38% más que el año anterior.

La Hacienda catalana choca con cinco leyes y no dispone de una completa base de datos
La Hacienda catalana choca con cinco leyes y no dispone de una completa base de datos

El sueño catalán para sustituir la Agencia Tributaria (AEAT) por una Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) que se encargue de recaudar todos los impuestos del estado catalán, no solo los propios (bebidas azucaradas, la tasa turística, el nuevo impuesto a grandes superficies) y cedidos por el Estado (sucesiones, patrimoniales o actos jurídicos) como ya ocurre en la actualidad, sino también los principales impuestos como el IRPF, el IVA y los especiales, entre otros, es más una quimera que un proyecto viable.

Tras las declaraciones del secretario de Hacienda de la Generalitat, Lluís Salvadó, en Catalunya Radio, donde ha subrayado que la Hacienda catalana está lista para empezar a recaudar en el mes de septiembre, el proyecto vuelve a estar en el foco mediático. Varios expertos consultados por este medio dudan de que la Generalitat puede poner en marcha la caja recaudadora este otoño.

Esaú Alarcón, abogado, profesor de Derecho Financiero de la Universidad Abat Oliba CEU y miembro de la AEDAF (Asociación Española de Asesores Fiscales), asegura que si la desconexión no se produce de forma pactada y pacífica con el Estado, "dudo que los ciudadanos o los empresarios se arriesguen a pagar los impuestos a una agencia catalana inconstitucional". ¿El motivo? Incurrir en una ilegalidad.Topa con cinco leyes

Alarcón recuerda que sustituir la Agencia Tributaria por la ATC infringiría varias leyes o reglamentos. Desde el punto de vista práctico vulneraría el actual Reglamento General de Recaudación, en virtud del cual, los pagos realizados a órganos no competentes no liberan al deudor de su obligación de pago, sin perjuicio de las responsabilidades en que incurra el perceptor que admita indebidamente el pago. Es decir, las empresas se enfrentarían a una multa en caso de no cumplir con sus obligaciones.

Por otro lado, chocaría con la ley General Tributaria 58/2003, eje central del ordenamiento tributario donde se recogen sus principios esenciales y se regulan las relaciones entre la Administración tributaria y los contribuyentes. Asimismo quebrantaría la ley 22/2009, de 18 de diciembre, por la que se regula el sistema de financiación de las CCAA de régimen común y ciudades con Estatuto de Autonomía.

Esaú Alarcón insiste en que la Hacienda catalana violaría varios artículos de la Carta Magna. No en vano, el Tribunal Constitucional (TC) declaró la agencia tributaria inconstitucional en julio de 2016. En esencia, concluye el experto, la creación de una Hacienda catalana propia vulneraría la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (Lofca).Los datos personales 

Además, para que la Agencia Tributaria de Cataluña funcione como sustituta de la Agencia Tributaria sería necesario contar con los datos personales de los catalanes, una cuestión complicada porque no solo se necesita el programa informático y administrativo correspondiente, también habría que cruzar los datos históricos de los contribuyentes de las últimas décadas. En este sentido, la Ley General Tributaria es muy estricta respecto al uso que puede hacer la Generalitat de los datos fiscales de los catalanes. “La Agencia Tributaria catalana solo puede manejar datos relativos a los impuestos cedidos y propios, por lo que utilizarlos para otro fin iría en contra de la normativa”, explica Alarcón.

Por su parte, Emilio Gonzalez, profesor de Economía de Comillas Icade, coincide en subrayar que los catalanes no están preparados para tomar las riendas de la fiscalidad de la Comunidad. “No es fácil poner en marcha una Agencia con los datos fiscales de los ciudadanos, empresas, autónomos que cuenten con un código de identificación catalán”, señala. De hecho, recuerda que no basta con confeccionar un censo de contribuyentes, sino que la Generalitat debería convencer a miles de empresas para que trasladen la información que obra en su poder a la nueva Agencia Tributaria catalana.

Tampoco cuentan con personal especializado", insiste. Una cosa es que exista gente trabajando en la Administración y otra, contar con personal especializado, capaz de luchar por ejemplo contra el fraude. Además, en el hipotético caso de que se pusiera en marcha, el personal podría elegir si continúa trabajando o no para el estado nacional y como consecuencia marcharse de la comunidad. Por último, "Cataluña no cuenta un marco jurídico en materia administrativa y tributaria para operar de manera eficaz”, recuerda el profesor.50.000 millones para sobrevivir

Por otro lado, el secretario de Hacienda de la Generalitat, Lluís Salvadó, ha anunciado que la comunidad catalana necesitaría como mínimo 50.000 millones anuales para sobrevivir, una cantidad que la Generalitat confía en conseguir mediante la recaudación de impuestos a los catalanes, que dejarían de tributar en el estado español para hacerlo en la Hacienda catalana.

Para Emilio González se trata de un cálculo demasiado conservador para hacer frente a los servicios públicos, coste de la administración y pagos. “Las cuentas no salen”, indica. Y ello, pese a que la Comunidad ha puesto en marcha algunos impuestos propios como el de bebidas azucaradas, o activos no productivos de las empresas con el único objetivo de recaudar.La hacienda catalana recaudó 2.914 millones en 2016

A día de hoy, la ATC gestiona 16 tributos con los que ha recaudado un total de 2.914,89 millones de euros en impuestos durante el 2016, un 8,38% más que el año anterior. En el primer trimestre del año, también ha aumentado su recaudación ya que ha sumado 725 millones de euros, un 22,8% más que en el mismo período del año anterior, según informa el organismo catalán. 

En cuanto a la composición de la hacienda catalana, Lluis Salvadó ha explicado que cuando Cataluña esté consolidada como Estado necesitará alrededor de 5.000 personas trabajando en este departamento, cuando ahora hay 3.500 personas, y habrá 800 más a partir de septiembre. Sin embargo, las cifras que maneja Esaú Alarcón son bastante más pequeñas ya que apunta que “solo hay 40 inspectores para toda Cataluña y 100 miembros que se encargan de la gestión tributaria” y “para contar con una Hacienda catalana eficiente se necesitan miles”, añade.

Por el momento, la Generalitat ha encargado el desarrollo de un software, denominado Espriu, para asumir la gestión de todos los impuestos, un proyecto que está desarrollando IBM y que puede acabar costando unos 100 millones de euros, según reconocía el secretario de Hacienda de la Generalitat. 

Mostrar comentarios