También le habría preguntado quién le informaba de la marcha de la empresa, qué justificó la venta de gran patrimonio de la sociedad, por qué se optó por enajenar por lotes, que hubiera facilitado una mayor concurrencia o las razones por las que no hubo informe de tasación para fijar un precio objetivo.
Otras de sus dudas pasan por saber si Botella conocía a la empresa Ítaca-Creaziona y por qué se le abonaron 2,3 millones de euros, los motivos por los que no se cumplieron las instrucciones internas de contratación en lo relativo al expediente, por qué se omitieron el pliego de condiciones de venta, estudio, memoria o informes de viabilidad técnica y cómo valoraría el anteproyecto del informe de la Cámara de Cuentas.
(HABRÁ AMPLIACIÓN)
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