Inversores americanos presionan a Sabadell y Popular para que mejoren su rentabilidad

  • Desde que entraron en el capital accionario de ambas entidades, en 2013, solo acumulan minusvalías. Esa presión puede abrir la posibilidad de una fusión desde al año próximo.

    Tras los últimos test de estrés aplicados a los bancos impera el malestar entre los inversores extranjeros, principalmente los latinoamericanos.

Los inversores latinoamericanos presionan al Sabadell.
Los inversores latinoamericanos presionan al Sabadell.
L.I.

La impaciencia crece... Los inversores latinoamericanos de los bancos Sabadell y Popular han comenzado a presionar a ambas entidades para que mejoren su rentabilidad de manera urgente. Según los datos del primer semestre del año y de las estimaciones para los próximos trimestres, las perspectivas para ellos no son nada tranquilizadoras. Consideran que su inversión en estas dos entidades financieras no está dando los frutos que esperaban.

Todo apunta a que esa presión de los inversores pueda abrir la posibilidad de las fusiones ni bien se forme un nuevo Gobierno en el país.

Tras los últimos test de estrés aplicados a los bancos impera el malestar entre los inversores extranjeros, principalmente latinoamericanos. El desánimo se ha agravado tras conocerse los últimos resultados obtenidos por la banca en las pruebas de resistencia, que han generado una decepción generalizada entre los inversores.

Mientras tanto, los dos principales accionistas de Banco Sabadell (el colombiano Jaime Gilinski y el mexicano David Martínez) mantienen firmes su apuesta por el sector financiero español. Pero los inversores americanos promueven la fusión de esta entidad con Banco Popular.

Ambas llevan tiempo dándole vueltas al asunto. En no pocas oportunidades han intentado concretar una fusión, pero siempre encuentran una barrera insalvable (por ahora): cuál de las dos entidades tendrá más 'peso' en esta unión y quién estará realmente al mando del timón.

Especialistas en banca consideran que ambas entidades atraviesan un mal momento por dos factores principales. No solo se trata del castigo del mercado por su baja rentabilidad (comprobada tras los test de estrés), sino también por un débil negocio (con unos muy bajos tipos de interés) que siguen presionando a los márgenes de utilidades. Por todo esto los inversores impulsan y desean nuevos procesos de fusiones.

El principal accionista de Popular, la familia mexicana Del Valle, ya ha expresado en el consejo su disconformidad con la rentabilidad del banco. Esta entidad, que preside Ángel Ron, ya ha puesto en marcha un plan de negocio para lograr volver a la rentabilidad que ahora es negativa, si se tiene en cuenta que este año tendrá unas pérdidas de unos 2.000 millones de euros tras realizar unos saneamientos de otros 2.500 millones.

La última reunión para intentar acercar posturas acerca de la fusión se produjo a finales de agosto pasado con el conocimiento de Josep Oliu y Ángel Ron, presidente del Sabadell y del Popular, respectivamente. Fuentes del Sabadell han precisado que "estos encuentros han existido siempre, nos vemos con todo el mundo y se enmarcan dentro de la normalidad institucional". Fuentes del Popular, por su parte, no niegan que se han producido "conversaciones" para avanzar en una eventual fusión.

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