Bodegas, arte... Los Masaveu o la gran fortuna asturiana detrás de Liberbank

  • La acaudalada familia conforma, junto a Tinajero, el fondo Oceanwood Capital y la fundación el 'núcleo duro' que apoyará al banco en su macroampliación de capital.

    Su holding empresarial, con raíces históricas en banca, acudió a la ampliación de 2014 y ayudó a la entidad a mantener influencia en EDP cuando Bruselas exigió desinvetir.

Liberbank saca por vez primera a su consejero delegado para aplacar las dudas
Liberbank saca por vez primera a su consejero delegado para aplacar las dudas

Frente a los especuladores deseosos de ’hacer caja’ jugando a tumbar la cotización de Liberbank, emerge con protagonismo propio la reservada familia Masaveu, dispuesta a plantar frente a los bajistas para defender a un banco en el que comprometen millonarias inversiones e intereses empresariales. Su irrupción se remonta al debut bursátil del banco dirigido por Manuel Menéndez en 2013 y surtió un valioso respaldo, en términos monetarios y de cara a la galería por el mensaje de compromiso, cuando acudió a la ampliación de capital efectuada en 2014 y reeditará de nuevo suscribiendo la mega operación recién anunciada para conservar rol y peso en el capital.

El perfil de la que puede ser la fortuna más representativa de Asturias y, a falta de números públicos o rankings domésticos estilo Forbes, se desdibuja por la discrección con que gestionan los negocios las familias. Al estilo de otros ejemplos paradigmáticos como el imperio Inditex montado desde la nada por Amancio Ortega antes de ponerse precio en bolsa o la cadena de distribución Mercadona de los Roig, resulta difícil valorar un emporio que algunos tasan en varios -no muchos- miles de millones

El conglomerado Corporación Masaveu, que en 2016 ganó casi 60 millones de euros, cobija bajo el entramado inversiones en el dispar sector cementero -el corazón de la facturación-, sector inmobiliario, bodegas, sanitario, aparcamientos e, incluso, arte. Instalaron en Veguín la primera de factoría de cemento Portland y hoy son dueños de Tudela. Solo en recaudación por dividendos en sociedades participadas subió a la partida de ingresos 69 millones durante el ejercicio y la apuesta por la diversificación geográfica hace que casi un tercio de la facturación en las cementeras recalen en otros países o tenga empeño en construir patrimonio inmobiliario extrafronteras -posee ya dos grandes edificios de alquiler comercial de lujo en Estados Unidos-.

Una parte nada menor del patrimonio se encuentra comprometida en cuadros o esculturas por su profunda vocación de mecenazgo. A lo largo de cinco generaciones, la saga familiar se ha volcado con casi obsesión por el arte, significándose en subastas de obras de relieve en el mercado nacional e internacional. Su patrimonio acopia lienzos de artistas como Goya, El Greco, Zurbarán, Warhol, Hiepes, Antonio López, Barceló o Braque. La Colección Masaveu, de las más valiosas en manos privadas, ha recuperado fondos de artistas españoles como Juan de Arellano, Santiago Rusiñol, El Greco, Joaquín Sorolla o Joan Miró que pertenecían a coleccionistas de otros países.Más de 400 millones invertidos en banca

Aunque cuando se habla de números la referencia sea la Corporación. Fundada en 1840 exhibe, orgullosa, como principios en su decálogo público la “ausencia de espíritu especulativo y una vocación de permanencia y sostenibilidad” mostrado en el banco o en los bancos. Y es que en la amalgama de intereses hunde una especial inclinación por el sector financiero. Su origen está ahí con Banca Masaveu, fundada por el catalán emigrado a Oviedo Pedro Masaveu  Rovira. La entidad la adquiría el conglomerado Rumasa y después pasará a propiedad del Herrero (primero absorbido por La Caixa y posteriormente transferido al Sabadell) tras su expropiación. Hasta 1975 tuvo al frente a un miembro de la saga.  

Conocimiento, interés o apetito hace que aún hoy gran parte de su fortuna sea bancaria aunque sin el rol de gestionarla. Junto a Liberbank, acopia títulos del Santander y Bankinter con notoria posición. En Liberbank es el cuarto mayor accionista después del 12,6% acumulado por el fondo Oceanwood, el 7,57% propiedad del inversor mexicano Ernesto Tinajero y el 43,8% que acopian las fundaciones de las cajas que conformaron el banco.

Su 5% vale a precios actuales 38,29 millones de euros y podría comprometer una cifra parecida a 19 millones cuando suscriba su parte alicuota en la macroampliación por 500 millones que ultima la entidad. En Bankinter solo le supera Cartival, la sociedad de cartera del expresidente Jaime Botín. Copa un 5,31% de la entidad dirigida por María Dolores Dancausa, al que el mercado otorga un valor que rebasa los 372 millones.

Se redobla esta apuesta una vez que la dirección del grupo recae sobre Fernando Masaveu, el primogénito de Elías Masaveu cuando éste fallece en 2005, y que pasará a presidir la Corporación -su hermano Luis es el que representa a la saga en el consejo de la entidad financiera asturiana-.  De un 0,25% a controlar el 5% del banco

En el grupo bancario conformado con la suma de cajas al proyecto arracando por Cajastur (antes se adjudicó CCM), entran aprovechando la ventana que ofreció con su salida a bolsa en 2013 -debutaba a 0,40 euros por título-. Fue una irrupción limitada a menos del 0,25%, que en ocasiones con goteos discretos de acciones y otras con grandes talones ha multiplicado. Un salto de escala tuvo lugar cuando el banco amplío, como proyecta ahora, en 500 millones el capital para devolver las ayudas públicas y permitió al inversor mexicano entrar y significarse como accionista. La saga de Oviedo invirtió de una tacada casi 50 millones por aquel entonces.

Han estado en momentos claves, cuando Liberbank demandaba capital a sus dueños o la franquicia era presa de especulaciones sobre fusiones de absorción. Pero la relación trasciende a su propio camino. Cuanto Bruselas obligó a Liberbank a desprenderse de la cartera industrial había una joya: la posición en EDP, que el banco logró conservar forjando alianza con ellos. Crearon la sociedad conjunta Oppidium, que controla el 7,18% de la eléctrica y por el que este año ingresarán casi 50 millones en su primer dividendo desde 2011. Para encarar la nueva prueba, la CNMV ha concedido de nuevo tiempo extendiendo otro mes el veto a los bajistas para evitar que una eventual reedición de sus ataques especulativos no interfiera y distorsione la mega ampliación.

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