El proyecto de Casaldàliga en Brasil ve más dificultades con los cambios políticos

EUROPA PRESS
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El activista barcelonés Raul Vico, estrecho colaborador del obispo Pere Casaldàliga, ha explicado que los proyectos en los que trabajan en el Estado amazónico de Matto Grosso en Brasil, junto a la asociación de la diócesis de São Félix do Araguaia, se han visto entorpecidos en 2016 por los cambios políticos del país.

Sus proyectos, que llegan a 550 personas entre campesinos e indígenas, a cargo de Manos Unidas, han visto empeorar su situación tras la expulsión de la expresidenta Dilma Rousseff a mediados de año, con el ascenso de fuerzas políticas de derechas que han puesto impedimentos a iniciativas que estaban paradas en el Congreso y que podrían haber mitigado la deforestación, ha dicho en declaraciones a Europa Press.

Para él, se trata de un retroceso en el ámbito legal, que ha repercutido a escala local con deforestación y reinvasiones: "Hay áreas de indígenas y de pequeños campesinos a los que obligan a irse, y si no es con amenazas, es porque no se puede sobrevivir rodeado de una gran plantación".

El activista ha alertado de que han salido con fuerza ciertos 'lobbies', según él, como iglesias evangélicas y empresas, que han reabierto el conflicto, haciendo retroceder derechos sociales e impulsando explotaciones de vacas, así como de soja y granos, que han desplazado a los autóctonos, y ha calificado de agridulce la situación.

Uno de los retos que afrontarán en 2017 es el de potenciar la articulación con otras entidades sociales, para unir fuerzas y recursos en Brasil, donde el tejido social se encuentra con el desafío que supone un territorio enorme: "El gran reto es ser capaces de unirnos para hacer acciones que sean relevantes, que tengan un impacto significativo" y que muestren la reivindicación.

Sobre Casaldàliga, que en febrero cumplirá 89 años, ha explicado que se encuentra bien, y que a pesar de tener muy limitada su movilidad por el Parkinson que padece, sigue las actuaciones de la entidad y visita el centro comunitario: "Dentro de sus limitaciones, continúa con sus intereses y sus ambiciones", y sigue descartando volver a Catalunya.

Vico gestiona proyectos de economía solidaria, medio ambiente y recuperación de áreas de la Amazona con campesinos de la región, donde tratan de crear "proyectos de supervivencia", y sigue con la iniciativa que fundó Casaldàliga en 1974.

595 PROYECTOS EN 2016

Las delegaciones de Manos Unidas de Catalunya y Baleares han apoyado 56 proyectos de desarrollo en 2016, 31 en África, 17 en Asia y ocho en América Latina --según datos de la organización recogidos por Europa Press-- y que han llegado a centenares de miles de personas desfavorecidas con iniciativas sobre educación (18), salud (13), agricultura (diez) y promoción social (7), mientras que ocho han sido específicos de promoción de la mujer.

La entidad recaudó en 2015 en el territorio español 45,3 millones de euros, según las últimas cifras auditadas, con los que financió 595 proyectos en 58 países, además de seguir apoyando iniciativas anteriores --en total 938--, llegando a 2,86 millones de personas.

En Catalunya y Baleares se recaudó un total de 4,8 millones de euros, la mitad procedentes de los 2,4 millones aportados en la capital catalana, mientras que destaca la aportación de 434.424 euros en Solsona (Lleida) --de alrededor de 10.000 habitantes--, procedentes de una herencia "muy generosa", según han explicado fuentes de la entidad, seguida de Girona --con 332.345 euros-- y Mallorca --283.944--.

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