De los 30 días de vacaciones para los españoles a los 295 de los políticos

Los diputados españoles han trabajado 71 días en 2016. O lo que es lo mismo, descansaron durante 295 días, al ser el año bisiesto. Las dos convocatorias electorales, que causaron que el Gobierno estuviese en funciones hasta finales de octubre, y la incapacidad para formar un ejecutivo ha derivado en un ejercicio político prácticamente baldío. 

La Constitución fija que "las Cámaras se reunirán anualmente en dos períodos ordinarios de sesiones: el primero, de septiembre a diciembre, y el segundo, de febrero a junio". Motivo por el que desde el pasado 21 de diciembre los políticos españoles están de vacaciones. Un descanso que se alargará durante todo el mes de enero -41 días exactamente-, ya que los partidos no han marcado ninguna sesión parlamentaria. 

Tanto el Partido Popular como Podemos han estado de acuerdo en no celebrar sesiones en el primer mes del año para no coincidir con sus respectivos congresos, el de Vistalegre y en el que Rajoy volverá a ser presidente del PP. Ya en Semana Santa todos los partidos lograron alcanzar quórum e irse 21 días de vacaciones retrasando un pleno previsto para el 29 de marzo.

La escasez de trabajo parlamentario ha colocado a los políticos en el mismo escalafón que los bomberos. El Cuerpo de Bomberos cuenta con 300 días libres al año pero con la enorme diferencia de que trabajan en jornadas de 24 horas. Otros trabajadores públicos como los conductores de Metro de Madrid tienen 58 días libres, 24 días de vacaciones en verano, 27 días en invierno y 6 días a disposición para asuntos propios.

La enseñanza también cuenta con un período amplio de vacaciones, ya que es la misma que la de los estudiantes. Aunque el verano es utilizado para preparar el próximo curso académico o en el caso de la enseñanza superior para la investigación. El calendario escolar de este año fija un mínimo de 175 días lectivos, siendo la última palabra de la comunidad.

Por lo que restando períodos vacacionales de Navidad, Semana Santa y verano, además de fines de semana, los maestros tienen unos 200 días libres. Como vacaciones habría que tener en cuenta los casi 20 días de vacaciones de Navidad, unos 15 de Semana Santa y los casi tres meses de verano -desde finales de junio hasta principios de septiembre-. Aunque son las comunidades autónomas las que determinan estos períodos. Por ejemplo, Cantabria decidió añadir una nueva ventana vacacional en noviembre durante este curso.

Sin embargo, el Estatuto de los trabajadores, (artículo 38) fija que las vacaciones anuales deben ser de un mínimo de 30 días naturales -22 laborables-, lo que supone 2,5 días por mes trabajado. Se incluyen los domingos y festivos. La ley estipula que las vacaciones anuales han de ser pagadas.

Lo misma cifra que la de los funcionarios. Según Estatuto del Personal de las Cortes Generales "Todos los funcionarios [que trabajan en una de las dos Cámaras, como ujieres, archiveros, letrados y demás] tendrán derecho, por año completo de servicio, a disfrutar de una vacación retribuida de un mes natural o de veintidós días hábiles anuales, o a los días que correspondan proporcionalmente al tiempo de servicio efectivo".España, lejos de las vacaciones de Francia y Finlandia

Según un estudio elaborado por Trabajando.com y Universia, España está bastante lejos de otros países como Francia o Finlandia, donde las vacaciones anuales pagadas alcanzan los 30 días hábiles, frente a los 22 de España. Reino Unido (28 días), Italia (26), Dinamarca, Austria, Suecia y Eslovaquia (25) o Alemania (24) también están por encima de España.

Bélgica, Holanda e Irlanda tienen períodos mínimos de vacaciones más cortos (20 días) que España. Al igual que Grecia, donde los trabajadores disponen de 20 días durante los diez primeros años y 25 días después de una década trabajando. China, con 5 días hábiles, estaría en el último lugar.¿Cuáles son las jornadas más duras?

El año político hace pensar que en 2017 los representantes tendrán las pilas cargadas. No como otras profesiones mucho más estresantes como el personal sanitario, los bomberos, policías, tripulación de vuelo, pilotos y periodistas, que según OficinaEmpleo son las profesiones con las jornadas laborales más duras.

Los motivo son varios. En el caso de los bomberos, como ya se ha mencionado sus jornadas laborales se extienden durante 24 horas, lo que limita el trabajo a unos 65 días al año, pero supone una carga de tensión considerable. No sólo el tipo de jornada es dañina para la salud física y mental, también tener que enfrentarse a los fuegos conlleva un riesgo que afecta a su estado psicológico. Policías, médicos o militares también están sujetos a jornadas maratonianas.