Estos jóvenes son tan peleones como los de antes, aunque no lo parezca

Cuando a Ana Villarrubia le comentan la manida frase de que 'la juventud está dormida' le da la risa. Y es que con 22 años, esta estudiante de Psicología es además Coordinadora Para la Participación Estudiantil de la Universidad Autónoma de Madrid, desde donde gestiona las actividades de sesenta y pico asociaciones estudiantes del campus. "Eso de que los jóvenes no se mueven no es cierto. Lo que pasa es que cada uno se mueve en base a sus intereses".

Ya apuntaban Sócrates y Platón en sus textos que los jóvenes de su época no respetaban a nadie, que eran egoístas y excesivamente hedonistas, sin ganas de hacer nada, algo que se puede observar en diferentes escritos desde entonces hasta la actualidad. "Los jóvenes no son distintos de los adultos y los adultos se mueven igual que ellos. Aunque hay que recordar que hay una parte importante de los jóvenes que sí se mueven y se implican", afirma María Luz Morán, de la sección de sociología de la Universidad Complutense.

Quizás sean las protestas en contra del plan Bolonia, esto es la reforma del sistema universitario, un ejemplo que la juventud sí toma conciencia de problemas que afectan a su futuro, más allá de lo que los medios han querido resaltar y por encima de las acciones radicales.

"Ha habido muchos debates en toda España, manifestaciones lícitas y acciones divulgativas sobre la reforma universitaria, el problema es que lo que más ha salido es el tema radical", advierte Villarrubia, que todos los días recibe reivindicaciones de las asociaciones que coordina en la Autónoma y consejos de cara movilizarse por distintos motivos, a la vez que recuerda que en la vecina Complutense "los estudiantes se están movilizando en apoyo al juez Garzón".

"A relativizar cualquier visión sobre la juventud de hoy"

Cuando se comparan dos épocas todo pasa a ser relativo. Igual pasa al comparar a un joven de 'antes', por ejemplo, uno que vivió la transición, con el de la actualidad, a los que se les da por supuesto un desinterés político.

"Hay que relativizar cualquier visión de conjunto que se haga sobre la juventud de hoy en día. Porque ahora se están dando los índices más altos de jóvenes que se apuntan a ONGs, que se apuntan a viajes de solidaridad, las asociaciones reciben la participación de gente cada vez más joven. El asociacionismo está en aumento y se nutre de jóvenes", explica desde Barcelona David Cortadellas, de la empresa de estudios de mercados Synovate, con una amplia experiencia en movimientos de masas y jóvenes.

Opina Cortadellas que "los jóvenes no dejan de protestar pero el foco de sus protestas cambia. Sí, antes protestaban por la libertad o temas en trascendentales, porque era primordial. Pero si vives más o menos bien pasas a tener otras preocupaciones, y tus protestas irán en consonancia con eso. Igual consideran que para lograr sus objetivos, el Estado poco tiene que hacer, lo que podría ser una causa de su baja participación en elecciones".

Apoyando ese argumento se manifiestan desde la asociación estudiantil Carlos Marx, de la Universidad Carlos III de Madrid. "Puede ser que de unos años a esta parte haya aumentado la participación de los jóvenes por la precariedad laboral, por ejemplo, pero siempre han tenido conciencia de situaciones injustas. Además de protestar por Bolonia, se preocupan por temas sociales, de salud pública o por la actual ley electoral. De todas formas creemos que la conciencia siempre ha estado".

Recuerda David Cortadellas, de Synnovate, una tira de humor gráfico de Jesús Martínez del Vas, en la Gaceta Universitaria, que resume el kid de la cuestión. "El Che se levantaba de su tumba para sumarse a una manifestación estudiantil. Y cuando descubría que los estudiantes se manifestaban por la subida de tasas, se volvía a su ataúd llorando". Los tiempos cambian, pero los jóvenes de determinados ámbitos siguen protestando.