Diada 2017: la tensión y el clima festivo se mezclan en las calles de Barcelona

  • Una multitud ya inunda todo el centro de la Ciudad Condal. Han llegado casi dos mil autocares desde toda Cataluña. Se observa un gran despliegue de las fuerzas de seguridad. 

    Familias enteras, que incluso llevan carritos de bebé, se desplazan hacia la 'zona cero' desde donde partirá la primera fila del acto, en el Paseo de Gracia. 

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Las esteladas inundan las calles del centro de Barcelona.
Las esteladas inundan las calles del centro de Barcelona.
Diego Caldentey / Fernando H. Valls /Fotos: José González (Enviados especiales a Barcelona)

Las postales urbanas que afloran, a pie de calle, por estas horas en una Barcelona convulsionada durante este 11-S son muchas y de las más variadas. Todo el centro ya está repleto. Cientos de banderas esteladas cuelgan de los balcones del Paseo de Gracia, la carrer de la Constitució y tantas otras arterias céntricas de la Ciudad Condal. 

Familias enteras (incluso con carritos de bebés) caminan tranquilamente desde la Gran Via de les Corts Catalanes rumbo a los puntos desde donde parte la gran manifestación de la Diada. Mientras tanto, algunos comerciantes empiezan a echar el cierre de sus tiendas y otros tantos en Las Ramblas se muestran predispuestos a participar de una jornada que ellos definen como "histórica"… 

En la antesala de que comiencen a desfilar miles y miles de personas que ratificarán aquí sus deseos independentistas, la ‘temperatura’ ciudadana festiva (y también cierta tensión que ya se palpa en el aire) van en aumento, con la fuerte presencia de las fuerzas de seguridad. En este sentido, en el tradicional homenaje a Rafael Casanova, se ha vivido uno de los momentos de mayor tensión cuando un grupo de radicales ha increpado a los dirigentes del PSC, con Miquel Iceta a la cabeza, llamándoles "botiflers" (un insulto que se profería a los soldados del Rey en el siglo XVIII). También se escucharon gritos de "volem votar". 

De este modo, la sexta Diada del proceso soberanista ya está en marcha, desde el amanecer de este lunes. Concebida como un acto multitudinario, festivo y familiar, pero antes que nada reinvindicativo, todo indica que será recordada por muchos motivos: sería la última iniciativa de estas características previa al referéndum del 1-O, cuya supuesta concreción mantiene en vilo al país y cuenta con la prohibición expresa del Tribunal Constitucional a la ley que le da soporte.

Un total de 1.800 autobuses procedentes desde todos los puntos de Cataluña ya han llegado a Barcelona. Pueden observarse a decenas de sus ocupantes apurar sus copas de vino y bocadillos en las terrazas de los bares del centro, ante las atentas miradas de las fuerzas de seguridad. 

Por más que –hasta ahora- ningún hecho de relevancia haya encendido las alarmas sobre altercados de consideración en la vía pública, una primera recorrida por la ‘zona cero’ donde discurrirá la gran manifestación permite comprobar la presencia de cientos de Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana, distribuidos estratégicamente, para velar por el orden público.

Nadie puede ocultar que esta Diada acontece en el pico más elevado de tensión y enfrentamiento de las instituciones de los últimos años. La atmósfera política se ha tornado, desde hace ya varios días, más que caliente. Mientras desde el Gobierno de Mariano Rajoy hablan de “violencia” y “pisoteo” de las instituciones por parte de la Generalitat, todo parece indicar que un impresionante número de catalanes responderán con fuerza en la calle. Por estos motivos, habrá que ver (y desear obviamente que no ocurra), si ese clima de fuego cruzado se traslada, en apenas pocas horas, a la vía pública.

“La Soraya (Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno) ha dicho que nosotros queremos darle una patada a la democracia. Ella es la que no quiere que votemos y nos expresemos libremente en las urnas del referéndum ¿Eso es democracia, que quieran que no votemos?”, comenta Joan, un oficinista de 51 años, quien trabaja en la carrer de Santa Ana, y que acude a la manifestación envuelto en una estelada.Más de 450.000 inscritos

Intentar esbozar un número certero de partipación aquí se torna por ahora estéril. Fuentes de la organización han confiado a estos enviados de lainformacion.com que ya hay “más de 450.000 inscritos” en la web creada específicamente para la denominada ‘Diade del Sí’. “Esas personas ya han confirmado su asistencia desde todos los puntos de Cataluña y de otros del país”, comenta una voluntaria de la ANC. La gran mayoría de ellos lucen camisetas fluerescentes con el mensaje 'sí'. También se pueden ver a voluntarios con un peto facilitado por los organizadores.

Entre los puntos que habrá que mirar principalmente, con especial énfasis, a lo largo del día, figura la la plaza Comercial, entre el Fossar de les Moreres, monumento a los caídos de 1714, y el Mercat del Born. Allí, la CUP encabezará una segunda concentración que tendrá lugar cuando termine la principal (al filo de las 20:00 horas). Esa protesta del ala más radical de la izquierda independentista, tradicionalmente la línea más dura contra el Estado, puede ser uno de los grandes focos de atención del día.

Por ahora, un enorme vallado separa a los más tempraneros manifestantes y curiosos del punto exacto desde donde partirá la ‘fila cero’ de la manifestación. A las 17.00 horas Passeig de Gràcia, esquina con la calle Aragó, donde estará la fila cero, y en la Plaça Catalunya ya tiene todos los tramos llenos a pocas horas del inicio de la movilización, según la página web de la Asamblea Nacional Catalana (ANC).

Por otra parte, los asistentes hacen cola en algunas tiendas para comprar esteladas. Hay de diversos tamaños, desde pequeñas banderolas hasta otras de grandes dimensiones para anudar al cuello y lucir a lo largo de la espalda. 

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