La Generalitat intenta cargar sobre el Estado la culpa del aviso de la CIA

El consejero de Interior de la Generalitat, Joaquim Forn, y el Mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, no han tenido más remedio que admitir que recibieron en mayo la alerta de la CIA sobre la posibilidad de que hubiera un atentado “específicamente en La Rambla” de Barcelona, pero han intentado evadir su responsabilidad en el tema por la “escasa” valoración que de ellos les hicieron la Policía Nacional y el CNI.

De una forma o de otra, tanto Forn como Trapero, por un lado, como el propio Carles Puigdemont, por otro, negaron en todo momento haber recibido esa comunicación en los días siguientes al atentado, cuando ya se comentó el aviso de la CIA desde dos meses antes en los medios de comunicación. En su versión de los hechos, eso eran “cosas de la inteligencia que se tratan entre los responsables de inteligencia”, pero que no se discuten en los niveles policiales.

La información publicada este jueves por El Periódico de Cataluña y corroborada por todas las Fuerzas de Seguridad del Estado confirma que el aviso le llegó al responsable de información de Los Mossos, Manel Castellví, y ha pillado a contrapié a los dirigentes catalanes del Govern y de su cuerpo de Policía, que admiten que aquella “mentira” (en palabras de Trapero) es ahora verdad y se puede corroborar.

El consejero de Interior catalán ve en todo una manipulación de quienes están interesados en quitarle valor y desprestigiar a los Mossos d’Esquadra, que son quienes han llevado las labores de investigación del atentado con el supuesto éxito de cinco terroristas abatidos y dos encarcelados. “No tenemos relación directa con al CIA”, se excusaba Forn, después de admitir que sí se recibió el aviso desde Madrid el día 25 de mayo, pero no lo valoraron como algo a tener en cuenta como para  incrementar las medidas de seguridad que ya había establecidas sobre un lugar como Las Ramblas, de por sí considerado de alto riesgo frente atentados terroristas.

Lejos de entenderlo como una equivocación o una falta de valoración, Forn y Trapero quisieron destacar que la propia Policía Nacional y los servicios de inteligencia del CNI no habían estimado tampoco que ese aviso tuviera más valor que el de un mero aviso de este tipo de servicios, como otros muchos ("decenas", según Trapero) que se reciben cada mes. Reconocieron que hablaron de ello con Madrid, pero que nadie les dijo que podía ser tan importante como para tenerlo en cuenta y tomar medidas adicionales.