"No me sorprende la detención de Ángel María Villar. Es una noticia que llevaba esperando bastante tiempo". Así de tajante se muestra Miguel Ángel Galán, presidente de CENAFE y eterno rival del bilbaíno arrestado hoy por la UCO.
La batalla judicial entre Villar y Galán ha sido larga. El presidente del Centro Nacional de Formación de Entrenadores de Fútbol ha presentado tres querrellas por corrupción contra Villar: en los casos 'Haití', 'Recretativo' y 'Elecciones', todos relaciones con presuntas apropiaciones indebidas y malversación.
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"En todos los casos la Fiscalía Anticorrupción está personada. Yo estoy contento porque voy a vivir en paz. Mi periplo judicial me está causando problemas personales y profesionales por las amenazas que estoy recibiendo", cuenta Galán.
Y es que precisamente estas amenazas- "de muerte", matiza- fueron las que le llevaron a retirar su candidatura para Federación Española de Fútbol, decisión que secundaron otros aspirantes como Jorge Pérez.
"Nos retiramos porque vimos que no había democracia. Una de las cosas que se están investigando son los presuntos pagos a presidentes territoriales por parte de Villar para ser reelegido. Eso y que los votos por correo eran irregulares, lo denunciamos Tebas, Pérez y yo", asegura.
Para Galán, aunque Villar es responsable de las presuntas irregularidades de la Federación, el verdadero cerebro de todo sería Juan Padrón, el vicepresidente económico de la RFEF, aunque insiste en que "hay que respetar la presunción de inocencia".
"Ahora solo espero que esto lleve a un adelanto de las elecciones. Si se garantiza que son libres y democráticas, me presentaré", concluye.
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