La candidata del PP a la Presidencia de Madrid, Esperanza Aguirre, ha apostado este martes en su intervención en el debate de investidura por reformar la ley electoral para que los ciudadanos elijan los políticos que prefieren y no una lista cerrada.
Aguirre no ha dudado en sumarse a esta demanda del Movimiento 15M en la misma intervención en la que ha arremetido duramente contra los 'indignados', a los que ha comparado con los precursores de movimientos totalitarios a lo largo de la Historia.
La candidata ha propuesto una reforma de la legislación electoral autonómica en dos sentidos: por un lado, que las listas no sean cerradas, sino que se pueda elegir a los candidatos de forma individual, y, por otro lado, crear circunscripciones dentro de la Comunidad.
Una reforma que de llevarse a cabo, ha dicho, marcará "un hito" en la democracia española, porque también contempla eliminar el grupo mixto en la Asamblea, que hoy por hoy "sólo puede servir de refugio de tránsfugas o escisiones de partidos".
En este discurso, de marcado carácter continuista, ha expuesto sus prioridades de Gobierno, que pasan por una política austera que favorezca la creación de empleo. Ha defendido las políticas neoliberales y no ha ahorrado críticas al Gobierno, sobre todo al vicepresidente y titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
En su intervención ha arremetido duramente contra el "empeño del Gobierno" de no modificar el marco laboral "heredado del franquismo" y, a su vez, derivado "del que impuso Mussolini en la Italia fascista", modelo que "ha llevado a la mayor catástrofe laboral de la Historia de España".
Austeridad
En su propósito de austeridad en el gasto público, ha defendido la reducción de coches oficiales o la venta de los edificios de la administración que sean prescindibles, pero sobre todo ha propuesto crear una comisión mixta entre la Asamblea regional y los ayuntamientos para evitar duplicidades en la prestación de servicios y "clarificar la financiación" de los mismos.
Tras su discurso, los portavoces de la oposición han criticado las propuestas de Aguirre al entender que no ayudarán a remontar la crisis.
Así lo ha sostenido el socialista Tomás Gómez, para quien Aguirre no tiene un plan de empleo y ha lanzado una propuesta electoral "envenenada"; Gregorio Gordo (IU) ha considerado que ha ofrecido "más pobreza, más desempleo y menos prestaciones"; y Luis de Velasco (UPyD) ha confiado en que la austeridad no implique recortes en las partidas que necesitan los ciudadanos.
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