A José Bono, como a los portavoces y diputados de otros grupos parlamentarios, no le ha gustado que Mariano Rajoy se convirtiera este fin de semana en abanderado de la austeridad con su anuncio en favor de una revisión del sistema de pensiones de los diputados y senadores, y a la que después se ha sumado Rosa Díez, de UPyD, con otra iniciativa.
El presidente del Congreso ha tratado de volver a tomar las riendas de este asunto y ha enviado una carta -que también remite el presidente del Senado, Javier Rojo- a los portavoces de los grupos parlamentarios de ambas cámaras para que se pongan a trabajar de forma conjunta en este asunto y se analicen modificar algunos de los ya conocidos como "privilegios" de sus señorías.
En la misiva Bono pide a los portavoces que en un plazo de 15 días le remitan propuestas y opiniones sobre cómo modificar el reglamento de pensiones, el régimen de incompatibilidades y que se estudie la posibilidad de hacer públicos los bienes y rentas de los parlamentarios. "Éste es un debate que hay que hacer con rigor y transparencia y no con carácter demagógico y partidista" ha declarado Bono a los medios de comunicación.
"Habrá que hacerlo en esos tres ámbitos para que los ciudadanos vean que sus representantes no tienen nada que ocultar", ha añadido.
El lío de las pensiones
La polémica sobre las pensiones de los diputados radica en el complemento a la pensión que pueden recibir aquellos diputados que no hayan cotizado lo suficiente. Este complemento consiste en una ayuda a la que tienen derecho los diputados y senadores que hayan trabajado al menos siete años en una de las dos Cámaras. Reciben un 80% de esa ayuda si han trabajado siete años, un 90% si han trabajado nueve y el 100% si han desarrollado tareas parlamentarias durante once años.
Bono y muchos portavoces parlamentarios se quejan de la polémica que ha surgido en torno a este asunto cuando apenas 82 de los más de 3.600 diputados y senadores que ha tenido España en la democracia se han beneficiado de este complemento de la pensión que se creó para ayudar a diputados que no podían cotizar los años suficientes por haber estado en el exilio.
Incompatibilidades de sus señorías
Puestos a reformar, el presidente del Congreso ha optado por modificar otros temas polémicos como el régimen de incompatibilidades. La ley establece que los parlamentarios deben ejercer esta labor en régimen exclusividad. "No podrán desempeñar ninguna actividad pública o privada ni percibir retribución alguna con cargo a los presupuestos públicos" establece la norma que establece una serie de excepciones, como las tareas que puedan realizar en el ámbito universitario, en consejos de administración de entidades "con participación pública" o actividades relacionadas con su patrimonio personal o familiar.
'¿Qué es peor, recibir un complemento de pensión de 300 euros o aceptar una incompatibilidad de un millón de euros? ' explicaba José Bono para justificar su iniciativa de reforma este asunto.
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