"Su detención está relacionada con el test de drogas que se le hizo tras el accidente". Fernando Fernandez Morillo ha salido de las dependencias judiciales del Coscuera donde permanecía retenido para ser dirigido a la prisión de Badajoz. Visiblemente nervioso y con la cara desencajada ha salido esc oltado por la Policía y ha empujado a una de las periodistas de LaSexta.
Fernando Fernández Morillode 36 años estaba en uno de los mejores momentos de su vida. Estaba conociendo a una chica, que está destrozada y nadie en el pueblo se atreve a echarle la culpa del fatídico accidente en el que cinco jóvenes han perdido la vida.
Lo que más ha sorprendido entre los vecinos de Castuera es el positivo en cocaína y cannabis confirmado por la Policía"Era una persona muy tranquila, querida y respetada", afirman y achacan el accidente al cansancio acumulado.
En Castuera todos se conocen, apenas llegan a los 6.500 habitantes y su familia era muy conocida. En el pueblo los llamaban 'Los Sotero'. Fernando Fernández tenía dos primos hermanos que trabajan como policías locales en la localidad y un hermano. Niguno de ellos se encontraba se servicio en el momento de accidente.
Fernando solía acudir a un bar del pueblo llamado 'El Vaticano' donde le gustaba pinchar música y donde había trabajado recogiendo vasos cuando era joven. Nadie se imaginaba que consumía drogas.
"Era muy trabajador, trabajaba de sol a sol y era muy responsable", han comentado algunos vecinos a Teinteresa.es.
Teinteresa.es ha podido confirmar que Fernando no se dio a la fuga tras el accidente porque quedó en 'shock' y no se podía mover. Además, en el momento del trágico siniestro iba entrar a la finca y no a salir como se dijo en un primer momento. La excavadora que se cruzó en el camino del microbús no pasaba la ITV desde 2009.Los padres aseguran que sí se dio a la fuga, pese a la versión policial
Los familiares y amigos de los cinco menores fallecidos aún no pueden creerse que no volverán ver a Juan Pedro Martín Balsera, José Manuel Tena Hurtado, Bernardo Raya Ramos, Javier Paredes Partido e Ismael Herrador Flores de La Nava.
Lainformacion.com ha conseguido hablar con algunos familiares de los niños que viajaban en el microbús y que sobrevivieron al accidente. "El tío se fue a la fuga y escondió la excavadora ", ha asegurado una de las fuentes cercanas a los fallecidos . Sin embargo, esta versión no coincide con la versión de la Policía municipal que ha afirmado que sí estaba ahí. Los padres de los niños se fueron enterando del suceso después de que el entrenador llamara a su mujer y ésta contactó con el resto de los padres que rápidamente llegaron al lugar del siniestro. Más rápido incluso que la Cruz Roja "que tardó tres horas en llegar", afirman."Los padres vieron cómo sus hijos estaban atrapados en el autobús sin poder ayudarlos"
Dolor, impotencia y una imagen que quedará grabada en la memoria. "El 112 no quiso levantar los cadáveres hasta que no llegara la Cruz Roja que tardó tres horas", declaran. Juan Pedro Martín Balsera todavía respiraba cuando llegó el 112 "y no se le reanimó hasta que llegó la Cruz Roja" y se lo llevaron al hospital de Don Benito donde falleció. Los padres de un niño con dos costillas rotas afirman que en el microbús viajaban tres adultos además del conductor. Solo uno de los niños muertos llevaba puesto el cinturón de seguridad en el momento de la colisión porque la mayoría del resto de los cinturones estaban rotos. Uno de lo menores muerto salió despedido por no llevarlo. El microbús siniestrado llevaba todos los días al colegio a los niños y hacía a diario la ruta de Monterrubio a Castuera.Todo un pueblo en el polideportivo a la espera de llorar a las 11:00 en el funeral
Las casas en el municipio de Monterrubio están vacías. Todos los vecinos están en el polideportivo donde también se hallan los cuerpos de los cinco menores fallecidos. Cientos de personas velan a Juan Pedro Martín Balsera, José Manuel Tena Hurtado, Bernardo Raya Ramos, Javier Paredes Partido e Ismael Herrador Flores de La Nava.
Desde niños pequeños hasta ancianos en silla de ruedas y la tristeza es la misma. Ojos hinchados, labios temblorosos y lágrimas en las mejillas. No hay abrazos suficientes para paliar el dolor del pueblo.
Cati ha venido con su marido Diego y no para de llorar, casi no puede ni hablar. Dice que no ha dormido bien y que no le salen las palabras. De hecho, pocos quieren hablar, no hay fuerzas, nadie quiere creerse lo que ha ocurrido.
Los más afectados son los niños que no entienden que la vida se acabe a los 15 años. Los que han salido ilesos del accidente han querido acudir al polideportivo.
El alcalde del municipio Antonio Blázquez también se encuentra allí, disponible para hablar. Ha contado que en cuanto se enteró de la noticia vino a toda prisa y desde ayer se ha dedicado a coordinar y que lo primero que hizo fue habilitar el polideportivo. Todas las asambleas de Cruz Roja Extremadura también han acudido al polideportivo.
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