La reunión entre Bono, Zapatero y 'Podemos' no habría sido la única...

Bajo el título 'maniobras en la ocuridad' salió a la luz una reunión mantenida entre el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero; el exministro, José Bono; el secretario general del PSOE en Castilla-La Mancha y candidato a la Junta de esa comunidad, Emiliano García-Page y los líderes de 'Podemos', Pablo Iglesias e Iñigo Errejón.Fue una reunión de carácter privado, tal y como indicaron los allí presentes. Pero en Ferraz el gesto fue interpretado como una "traición" hacia el PSOE y su secretario general, Pedro Sánchez.Sin embargo, esta reunión no habría sido la única celebrada 'a espaldas' de Sánchez. Al menos dos reuniones entre Bono y la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz y otra entre estos protagonistas y Rodríguez Zapatero habrían tenido lugar en Madrid para, entre otros asuntos, tratar el 'futuro' del PSOE.Desde el adelanto andaluz, los comicios locales y autonómicos de mayo hasta un posible 'pésimo' resultado en éstos que 'obligue' a Díaz a llevar a Andalucía a la Moncloa fueron algunos temas de esos encuentros. Es decir, el destierro de Pedro Sánchez.De hecho, algunas fuentes aseguran que en la reunión mantenida con los líderes de 'Podemos', Zapatero y Bono 'tantearon' el terreno para ver si el partido de Iglesias les apoyaría con una Susana Díaz candidata a las próximas generales y si sería posible algún tipo de pacto 'postelectoral'.Fueron algunos socialistas los que hace mucho podrían haber aconsejado a Sánchez que escuchara las ofertas de Iglesias cuando nada más salir elegido secretario general, el líder de 'Podemos' le propuso un debate en público que nunca se llegó a celebrar.Pero Sánchez lo tuvo claro desde el principio: "No pactaremos con los populistas", decía en sus inicios para asegurar con un "no" rotundo esta tarde en el foro 'ABC' que no tiene pensado reunirse con Iglesias. Nada ha cambiado.Un pacto de no agresión y a ver a quién le sale mejor 'la jugada'Las navidad es fecha de reencuentros, juntarse con los suyos y también de reconciliaciones. Fue en esos días cuando Díaz y Sánchez hablaron vía teléfonica. Además de felicitarse las fiestas, según fuentes socialistas, pactaron mejorar su comunicación."Cada quince días, como mucho, se llaman", aseguran desde Andalucía para hacer ver que no existe ninguna rencilla entre los dos. Según personas cercanas, acordaron no realizar ninguna crítica el uno hacia el otro (tras las dos entrevistas de Díaz, en 'El País' y en 'Onda Cero' que no dejaron a Sánchez en buen lugar) porque al final acaban debilitando al partido, acordaron. Al menos hasta las próximas autonómicas y municipales.Según fuentes cercanas, en una conversación anterior también se pactó que Díaz tuviera un mayor protagonismo dentro del partido. Dicho y hecho. La ocasión llegó con el Consejo de Política Federal celebrado en noviembre donde Díaz llevó 'la voz cantante' y este fin de semana se volverá a repetir en la Conferencia Autonómica que el partido celebrará en Valencia.Según fuentes de la organización, el cónclave está ya preparado y aseguran que destacarán tanto la gestión de Díaz en Andalucía como la de Javier Fernández en Asturias. Sostendrán que ambos han "demostrado que se puede gobernar blindando el Estado del bienestar", porque ninguno de los dos ha eliminado las becas para libros de texto, ni ha recortado en educación infantil, sino que han abierto hospitales y los 1.200 millones de euros que destina el PP a dependencia en toda España son menos de los que ponen ellos. "Los discursos están ya casi escritos", aseguran.Tras este pacto de no agresión, la 'vieja guardia' recaba apoyos para Díaz. No se sabe si para ofrecerle su respaldo de cara al adelanto electoral en Andalucía o para que tome las riendas del partido. Todo se sabrá al conocerse el resultado de las autonómicas y municipales. Pero lo cierto es que Bono intenta acercar a los suyos, dolidos con Sánchez, hacia el terreno de la lideresa si en algún momento necesitara respaldo. De ahí más reuniones con otros dirigentes.Tanto Díaz como Sánchez se la juegan. La presidenta de la Junta de Andalucía será la primera al convocar las elecciones el 22 de marzo. Meses más tarde, en mayo, Sánchez podrá ver si ha conseguido el objetivo de obtener más margen que su antecesor, Pérez Rubalcaba, o por el contrario el partido se ve sumergido en la 'nadería' frente a 'Podemos'.Crónica de unas elecciones adelantadasFuentes socialistas destacan que 'la reina del sur', como algunos llaman a Díaz, ya había comunicado en esas reuniones y a los suyos su preocupación por que pensaba que Izquierda Unida en Andalucía 'tramaba' romper esa estabilidad antes de las generales. Y antes de que fueran ellos, pensaba que los socialistas tenían que ser los que gestionaran los tiempos.Susana contaba con la venia de todos los socialistas que la respaldan. Según las mismas fuentes, "se le aconsejaba que convocara elecciones" ahora que las encuestas sitúan a los socialistas en el punto más alto de popularidad, pero ningún sondeo hasta el momento le otorga mayoría absoluta. Algo importante y que podría ser un problema por posibles pactos.Otro nubarrón en estas elecciones podría ser el 'caso ERE', que llegaría al Supremo con Griñán y Chaves ante el juez en mitad de la campaña.Sin embargo, todos los socialistas confían en que estas elecciones "se sacan", las que más asustan a los sectores más críticos del partido son las de mayo."Le falta madurez política"Este lunes Pedro Sánchez cumple seis meses al frente de la secretaría del PSOE y en el foro 'ABC-Deloitte' le han preguntado si su andadura le estaba pareciendo más dura de lo que esperaba.Sánchez ha respondido corriendo, sin pensar. "Mi mujer me dice….", y de repente se ha mordido la lengua, arrepentido quizá por no haber medido sus palabras. Acto seguido ha intentado evitar contar la anécdota que comenzó y sencillamente respondió: "La política es como las carreras de fondo". Mantiene una durante seis meses y se inicia en otra para ser candidato a la presidencia. "A mí no me va a poder nunca la coyuntura", dijo Sánchez este lunes.En caso de que el partido obtuviera un pésimo resultado en los comicios de mayo, algún sector ya plantea, a los que se quieran unir, un 'plan B'.Algunos dentro del partido califican en privado a Sánchez y su ejecutiva como "la guardería". La última, según fuentes cercanas, vino a raíz de las declaraciones de algunos miembros de la ejecutiva de Sánchez de calificar ese encuentro (la famosa cena) de "deslealtad, infieles al partido o no venía a cuento".Desde un principio trató a los expresidentes González y Zapatero como socialistas a seguir. Pero a González le 'tocó' con su discurso de acabar con las puertas giratorias; a Bono con que eliminaría el Ministerio de Defensa (aunque más tarde lo corrigió) y a Zapatero con reformar el artículo 135 de la Constitución, que él mismo pactó con Mariano Rajoy y Sánchez fue uno de los miembros que aconsejó y votó a favor."Solo me queda sonreír", dijo Zapatero en su momento y según fuentes socialistas "es el que más enfadado está y ya no habla bien de él en privado". Algo que el público en general no se había percatado hasta la presentación del libro del socialista Jordi Sevilla y tras la famosa 'cena'. El acto reunió a ambos y a la salida hubo un momento tenso al preguntar la prensa que por qué Sánchez y Zapatero no se daban la mano. No lo hicieron.Muchos consideran a Sánchez como una persona "verde" en política. "Le falta madurez política", aseguran y destacan más sus errores que los aciertos. El último: que el PSOE sea reconocido por perderse en su viaje a Estados Unidos con un GPS.Críticas a las que Sánchez les sigue 'echando mucho humor': "No llegamos a hablar con el rector de la Universidad 'George Mason' pero sí explicamos nuestras medidas a la Administración Obama", ha destacado esta tarde en el foro 'ABC'.También aseguran sentirse "ninguneados" cuando al comienzo Sánchez les escuchaba y dejó de hacerlo para cerrarse con sus asesores y su equipo.El 'plan B': Cuestionamiento de Sánchez y una gestora controlada desde AndalucíaPor todo ello, el Plan 'B' podría estar en marcha y si salen unos pésimos resultados electorales como algunos socialistas esperan de las elecciones de mayo, podrían desterrar a Sánchez por Díaz.A la andaluza no le gustan las primarias, como bien es sabido en círculos del sur. No le gusta competir con nadie y su objetivo es que no se celebren. La hoja de ruta pasa por ganar primero en Andalucía, para más tarde y con el refuerzo de su gente vender a los suyos que ante esos resultados habría que llevar Andalucía a la Moncloa.Algo que se encargarían el sector 'susanista' para que fuera por aclamación de la mayoría. El cuestionamiento de Sánchez podría hacer que éste dimitiera y se constituyera una gestora hasta el ascenso de la lideresa.La baza de SánchezParece que Sánchez ya cuenta con todo ello y destaca su 'fuente de salvación': los militantes y simpatizantes socialistas que le eligieron por primarias. Su mayor baza, una elección que, a diferencia del PP con Rajoy, no fue a dedo.

Esta tarde en el foro 'ABC' ha parecido que fuera dejando 'recados' a todas esas voces internas críticas:- "Las decisiones en el PSOE ya no las toman cuatro, sino miles".

- La reunión fue "privada", pero tienen que pensar que "es la ejecutiva federal quien decide la línea política de nuestro partido y las alianzas que se puedan producir en un futuro".- "A la hora de analizar siempre hay que tener en cuenta que al secretario general lo eligieron los militantes".

- "Yo soy el primer secretario general elegido por el voto de los militantes. Tengo una legitimidad que percibo".

- "Ahora que estamos viendo fuerzas emergentes, el PSOE se enorgullece de que haya más lideres dentro del partido. Reivindico que el PSOE tuvo a González, a Guerra, Maravall, Solchaga, Leguina, Tierno Galván. Hoy tenemos líderes en el PSOE sin duda alguna como Javier Fernández en Asturias y Susana Díaz en Andalucía y lo que quiero es que haya más líderes".

- "El secretario general siempre se examina y me examino en las próximas elecciones del 24 de mayo".

- "Hay dos fórmulas: en función de cual sea el número de gobiernos que se ganen y el número de votos que se ganen", en referencia al resultado de las elecciones de mayo.

Pero sin duda nos quedaremos con esta frase que parece que tiene interiorizada: "A mí no me va a poder nunca la coyuntura".