Haz la prueba: teclea en Google "Tomás Gómez". Después realiza la misma operación con los términos "Trinidad Jiménez" y "Esperanza Aguirre". Los resultados que aparecen en el 'buscador de los buscadores' sobre el secretario general de los socialistas madrileños triplican a los de su compañera de partido y a los de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Hoy su perfil en Facebook supera los 3.300 fans, más del doble que los que contaba a finales de julio. En Twitter roza los 700 seguidores frente a las 209 que lo hacen a la ministra de Sanidad, quien hasta el pasado martes –día en el que presentó su web personal- no tenía perfil en esta red social. Trinidad Jiménez cuenta con cerca de 2.500 fans en Facebook, plataforma en la que Esperanza Aguirre arrolla a ambos políticos socialistas con más de 26.000 seguidores.
En los medios de comunicación, Tomás Gómez ha pasado de ser un político que aparecía muchas veces en la segunda o tercera página de los suplementos de Madrid de los diarios nacionales a copar muchas de sus portadas este verano. Le han entrevistado en el programa televisivo 'La Noria'' y lo que es más sorprendente: hasta 'The Economist'vaticinaba en un reciente artículo que el líder socialista madrileño tendrá un "futuro brillante" sea cual sea el resultado de las primarias por no haberse "doblegado a las demandas de su jefe".
Todo esto era impensable hace unos meses. Tomás Gómez era un completo desconocido incluso para muchos madrileños. Hoy, en todos los rincones de España se ha oído hablar de este ex alcalde de Parla que no piensa tirar la toalla en su sueño por convertirse en el rival de Esperanza Aguirre."En tres semanas estamos consiguiendo más repercusión mediática que en tres años en los que hemos trabajado muy duro", reconocía el socialista en La Noria.
Una estrategia polémica
Pero, ¿qué le ha hecho ser tan conocido? No han sido sus propuestas. Tampoco su imagen. Ni siquiera alguna anécdota o frase curiosa. Tomás Gómez se ha dado a conocer por las trifulcas internas con sus compañeros de partido a raíz del segundo 'aterrizaje' de Trinidad Jiménez en la política madrileña. Lo reconocen hasta sus partidarios. La ex ministra Matilde Fernández, diputada en la Asamblea de Madrid y una de las más arduas defensoras de la candidatura del secretario general del PSM, considera que "es una pena" que Gómez haya sido conocido por sus cruces de declaraciones "con compañeros" como Manuel Cháves, José Blanco y Alfredo Pérez Rubalcaba en "vez de por su trabajo diario".
En agosto uno ponía la radio y escuchaba cómo el alcalde de Getafe y presidente de la Federación Municipal de Municipios (FEMP), Pedro Castro, acusaba a Gómez de "candidato de derechas". Leía en los periódicos que el ministro de Interior echaba por tierra su valía esta semana afirmando que el mayor activo de Tomás Gómez es "haber dicho no a Zapatero". Y no era difícil hacerse eco del rumor de que Manuel Cháves le presionó para que abandonara la carrera y dejara vía libre a Trinidad Jiménez.
El 'No' al jefe, el toque final
Pero la noticia que más ruido hizo, que más titulares generó y que aún sigue dando de qué hablar el el 'no' que el ex alcalde de Parla, un hombre de 42 años que lleva desde los 20 ligado al Partido Socialista, dio al presidente Zapateroal negarse a retirar su candidatura. Fue entonces cuando su popularidad saltó por los aires.
Después, Tomás Gómez ha osado a criticar la "falta de fuerza" del Gobierno, su improvisación y ha respondido a buena parte de sus compañeros. El delfín de Zapatero (fue el presidente quien le puso al frente del PSM), se convertía así en la oveja descarriada del PSOE.
Desde el PP se critica que el culebrón Tomás Gómez-Trinidad Jiménez es sólo una campaña para sacar del "ostracismo" al secretario general del PSM. Lo cierto es que es difícil ensalzar qué propuestas ha realizado Gómez en estos "tres años de trabajo" que tanto defiende más allá de las críticas a la gestión de Esperanza Aguirre.
Pero, como decía Oscar Wilde, "hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti.". Quienes le apoyan no quieren esta polémica, pero reconocen que beneficia a Tomás Gómez. E incluso, Matilde Fernández asegura que le servirán para ganar. "Estos ataques contra Tomás están haciendo que aumente la empatía de los militantes a su favor", asegura.
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