Los expertos creen que Rajoy debería elegir a un ministro para las europeas

La recuperación ha llegado y el PP es el partido que mejor defiende la unidad de España. Esos son los dos mensajes que deberían marcar la campaña electoral de los populares, según los expertos consultados por este diario. Para el consultor de comunicación Pau Canaleta, Rajoy debería fiarlo todo a continuar con ese relato de que "se ha entrado en una nueva fase, donde lo peor de la crisis ya es historia y ahora se empiezan a recoger los frutos del sacrificio". Considera que el presidente haría bien en llevar a cabo una crisis de Gobierno que le ayude a "vender ese cambio". Nuevas caras para un nuevo tiempo.

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Canaleta cree que "lo más plausible" y sin duda la mejor opción para el PP es presentar a las europeas un candidato del Consejo de Ministros, cuyo mensaje debe ser el ya expuesto por el presidente en el debate sobre el estado de la Nación, poniendo el énfasis en subrayar que la mejora de la economía "llega porque se han hecho los deberes, no es casual" y centrándose en movilizar a su electorado, que ahora se encuentra muy dormido e incluso enfadado en algunos casos. Un recurso útil para lograrlo es apelar a "al tema identitario", presentando al PP como la fuerza que mejor defiende la unidad de España. De esta manera, concluye el consultor, podría "neutralizar parte del voto perdido a favor de UPyD o Vox" y llegar al 25 de mayo con posibilidades de ganar o de cosechar "una ligera derrota que casi ni cuente".

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Jordi Rodríguez Virgili, director del Máster en Comunicación Política y Corporativa de la Universidad de Navarra, también ve "lógico" que Rajoy elija a un ministro como candidato. Máxime si el designado es alguien como Arias Cañete, "preparado y experimentado en temas europeos". Y es que son dos las variables a ponderar aquí, según Virgili: por un lado presentar a una persona que Bruselas reconozca como competente y por otro tener en cuenta el tirón electoral del mismo. Designar a un miembro del Gobierno, además, "justificaría el retraso" en el anuncio del candidato, toda vez que sería alguien lo suficientemente conocido como para no requerir más de dos meses de precampaña y campaña. No cree el profesor que fuera una buena idea decantarse por un perfil como el de Javier Arenas o Esteban González Pons por el peligro de que este movimiento fuera visto como un "intento de colocar" a personas del partido en Europa, algo que consolidaría la percepción de que Estrasburgo es "un cementerio de elefantes" donde van a parar los políticos que se quedan sin recorrido en España.

En cuanto a la campaña, Virgili recomienda a Génova "movilizar a sus militantes, haciendo una campaña muy de tierra, ya que no hay que persuadir para quitarle el voto a nadie sino convencer a su electorado de que vaya a las urnas". Así, para "evitar fugas a partidos refugio como UPyD o Vox" debería incidir en el mensaje de que "volvemos a ser escuchados en Europa", algo que ya empiezan a proclamar los populares. El riesgo de estas elecciones es alto porque "hay una gran desafección y castigar al partido que se votó en los anteriores comicios se considera que sale gratis, que no tiene repercusión porque la política europea aún se ve como muy lejana".

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El presidente de la Asociación Valenciana de Politólogos (AVAPOL), José Luis Sahuquillo, ve fundamental que el PP "intente humanizar la política" y "trasladar los problemas nacionales al ámbito europeo". Solo así, argumenta, se podrá "combatir el desapego" ciudadano a este tipo de comicios, donde siempre "ha primado la clave nacional". Sahuquillo cree que el desgaste de la acción de Gobierno pasará factura al PP de forma inexorable, aunque aún tiene la baza de explicar con éxito "que Europa lo es todo, tal y como hemos comprobado durante el desarrollo de la crisis económica". Para un cometido así, cree que el ministro de Economía, Luis de Guindos, sería un buen activo, puesto que "domina el inglés a la perfección y tiene buenos contactos en Bruselas y Estrasburgo". Un perfil que "no dan" pesos pesados de Génova como Arenas o González Pons.