Pedro y Pablo en la Edad de Piedra

    • Carlos Rojas, diputado nacional por Granda del Partido Popular, lamenta en esta 'Tribuna Abierta' la pérdida de los valores que hicieron grande al Partido Socialista.
    • Según Rojas, que fue alcalde de Motril entre 2007 y 2012, los ciudadanos han lanzado un claro mensaje: "Pónganse de acuerdo basados en los valores constitucionales".
Pablo Iglesias pide a Pedro Sánchez dejar la "prepotencia y la arrogancia" a un lado para llegar a un acuerdo
Pablo Iglesias pide a Pedro Sánchez dejar la "prepotencia y la arrogancia" a un lado para llegar a un acuerdo

Cuando este lunes Pablo Iglesias hizo hincar al PSOE sus rodillas por segunda vez, el portavoz socialista se preguntaba "¿dónde vas Pablo?". Quizá lo correcto habría sido preguntarse qué camino está siguiendo quien quedó cuarto en su propia circunscripción: ¿Quo vadis Pedro?

Porque es el PSOE de Pedro Sánchez quien ha dado lugar a esta situación, donde los españoles asistimos perplejos a estas negociaciones donde los interlocutores sólo buscan sillones y puestos, mientras en el horizonte se atisban nubarrones económicos que apretarán de lo lindo ante la inestabilidad política.

Creo sinceramente que toda España sabe que el partido ganador con diferencia ha sido el Partido Popular y que con Mariano Rajoy se han puesto en marcha medidas que han propiciado el crecimiento económico y de empleo mayor de toda la Unión Europea, con positivas series históricas en los trimestres de los dos últimos años. Sin embargo, no recuerdo haber escuchado ni a Sánchez, ni a Iglesias, reconocer que las elecciones las ganó con claridad Mariano Rajoy. Y tampoco quieren admitir la creación de empleo y los datos positivos, algo que sí reconocen en toda la UE, incluidos los países con gobiernos de izquierdas.

Y es que Pedro ha decidido sólo escucharse a sí mismo, es el eco de su ambición personal el que ha inundado sus acciones y ha endurecido sus posiciones, y por momentos ha pasado de ser “el árbol que es apenas sensitivo, a ser la piedra dura que esa ya no siente”, como diría el enorme poeta Rubén Darío, fallecido hace ahora cien años.Una política de la Edad de Piedra

Pedro ha decidido ir hacia el atajo: un pacto imposible, una cesta de propuestas tóxicas para él y para España y arrastrar a su partido hacia la fundición por absorción. Una política de la edad de piedra. Insisto, es el PSOE el responsable de esta situación. A Podemos ya los conocíamos, tanto por sus orígenes bolivarianos y marxistas, su obsesión por controlar los medios, por asaltar el cielo, por ocupar las instituciones, o sus apuestas populistas cortoplacistas de gratis total, dispuestas a reventar el Estado del Bienestar, así como por sus pretensiones de “montar el pollo” ( Pablo iglesias dixit) en el Congreso.

Lo que no conocíamos es a este “nuevo PSOE” dispuesto a entregar hasta el último suspiro de sus valores con tal de alcanzar el poder. El declive en la ideología socialista parece imparable y viene de atrás. Recuerdo a Zapatero afirmar en el Congreso que “la cintura era la esencia de la democracia”. No fue una frase para enmarcar, sin duda, pero si se lee bien se ve que hay un significado que muestra el inicio de la deriva de algunos dirigentes socialistas, ya que han entregado los valores de su ideología a uno de los vocablos de más uso político en la actualidad: el postureo.

La pose, la foto, la postura, la equidistancia, el teatro, las frases para el telediario y lo que según convenga en el momento que interese, son ya los valores de este socialismo de nuevo cuño. En eso se están acercando a Podemos, pero se están distanciando de muchos votantes que no entienden lo que está pasando. No digo que los demás seamos perfectos, que no lo somos, pero al menos somos coherentes y mantenemos intactos nuestros valores constitucionales. Y lo digo desde el máximo respeto al socialismo, donde hay muchas personas a las que admiro porque han demostrado que quieren lo mejor para España y los españoles.

No puede ser que aquí la única prioridad de algunos sea el enfrentamiento, la desunión o cuanto pero mejor. Dijo Bismarck que estaba firmemente convencido de que España era el país más fuerte del mundo porque llevaba siglos queriendo destruirse a sí misma y aún no lo había conseguido, y afirmó “el día que deje de intentarlo volverá a ser la vanguardia del mundo”.

Los ciudadanos en las urnas nos han lanzado un claro mensaje: pongámonos de acuerdo con base en nuestros valores constitucionales. Aún queda abierta la puerta del gran pacto, del que se ha hecho en otros países de Europa como Alemania, Austria o Dinamarca, donde se pueda llegar aquí a un gran acuerdo entre populares, socialistas y Ciudadanos por el interés general, para fijar prioridades como la Unidad de España, la creación de empleo, el Estado del Bienestar y el fortalecimiento de las instituciones.

Carlos Rojas García, abogado, es diputado nacional y portavoz adjunto del grupo parlamentario popular.

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