Tres discrepancias y muchos descontentos en el PSOE con la reforma constitucional

  • El PSOE trabaja a destajo para acallar las críticas internas hacia la reforma de la Constitución para limitar el déficit público. Esta medida propuesta recientemente por el Gobierno ha demostrado en los últimos días que no termina de contentar a todo el mundo, dentro del Partido Socialista y fuera de él.
lainformacion.com / Agencias

Aunque ayer los barones del PSOE cerraban filas y defendían que la reforma de la Constitución es necesaria para fijar un techo de déficit público, pero las heridas todavía no se han cerrado. Esta reforma propuesta recientemente por el Gobierno ha demostrado en los últimos días que no termina de contentar a todo el mundo, dentro del Partido Socialista y fuera de él.

El PSOE trabajó ayer a destajo, precisamente para acallar estas voces críticas. Sabían que desde el momento en que se anunció esta medida no había sentado bien en sus filas y este lunes arrancaron el curso político con tres reuniones para intentar convencer de que esta medida es lo que más le conviene a España. Lo decía Rubalcaba ante los líderes territoriales de su partido: “O hacemos ya la reforma, o no servirá para nada”.

Rubalcaba también aseguró ayer que él “no hubiera hecho así la reforma”, y muchos otros en el Partido Socialista coinciden con eso. La Ministra de Defensa, Carme Chacón, avaló la reforma “por lealtad” hacia Rubalcaba aunque expresó que tiene “dudas” sobre el procedimiento y le hizo un guiño a las peticiones de referéndum.

Otros como el eurodiputado socialista Juan Fernando López Aguilar, consideran que la reforma sin referéndum es "democráticamente aceptable" y que otros países como Alemania o Estados Unidos no realizaron ninguna consulta popular para adoptar medidas similares a ésta.

Tomás Gómez, el líder del Partido Socialista de Madrid, admitió que veía “problemas en el contenido” de la reforma y dijo también que en este caso “el problema no es la forma”. Gómez explicó también que esperaba que ésta fuera la última medida para contentar a los mercados. Unos mercados ya han reaccionado. La agencia de calificación de la deuda Moody’s ya miró ayer con buenos ojos la medida.

El expresidente socialista Felipe González consideró que modificar la Constitución para fijar el límite de déficit público supone "reconocer un fracaso", aunque valoró positivamente que PSOE y PP hayan alcanzado un acuerdo para tomar la medida.

Discrepancias

Además de todos estos descontentos, hay también discrepancias absolutas con la reforma de la Carta Magna. El diputado del PSOE Antonio Gutiérrez ha anunciado ante Rubalcaba que votará en contra de la medida y que defiende a las voces que piden que se apruebe con referéndum.

También dos senadores del Partido Socialista de Euskadi, Imanol Zubero y Roberto Lertxundi han rechazado frontalmente una reforma hecha, según sus palabras con “prisas”. Tampoco votarán a favor. 

Movilización social

Los sindicatos, junto con varias organizaciones sociales, han convocado una manifestación el día 6 de septiembre. La razón: la forma en que se va a llevar a cabo esta modificación de la Constitución. La manifestación exigirá que estos cambios se ratifiquen mediante referéndum.

También ha surgido una gran movilización a través de la red exigiendo que los cambios en la Carta Magna sean votados. La plataforma #ReferendumYA recoge propuestas y peticiones ciudadanas en video para intentar convencer a 35 diputados para votar "no" al cambio constitucional y conseguir así el referéndum. Otras, como Actuable, acumulan ya 70.000 firmas que exigen una votación para reformar la Constitución.

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