Un día de vendimia en la Ribeira Sacra, donde se 'fabrica' el vino con el que brinda Obama

  • El vino de esta zona, Mencía para los tintos y Godello para los blancos, es como el entorno, una joya entre las provincias de Ourense y Lugo

    La vendimia en Casa Lelo se hace siempre la última. Antes, ya la han realizado Cachín, Adega Vella o Ponte da Boga, las tres bodegas más importantes de la zona

Un día de vendimia en la Ribeira Sacra, donde se 'fabrica' el vino con el que brinda Obama
Un día de vendimia en la Ribeira Sacra, donde se 'fabrica' el vino con el que brinda Obama

Las vendimias en la Ribeira Sacra empezaron en la tercera semana de septiembre y acaban con la fiesta nacional, en torno al doce de octubre. El vino de esta zona, Mencía para los tintos y Godello para los blancos, es como el entorno, una joya entre las provincias de Ourense y Lugo que atraviesa el rio Sil y que empieza a ser conocida por el resto de España. Aquí el agua se convierte en un espejo en el que las rocas y la vegetación que decora el entorno se miran, arropadas por el reflejo del sol.

"Esta zona es preciosa y el vino está buenísimo. Tenéis que daros a conocer más que en el país apenas se os conoce”, sentencia un turista madrileño a Aurelio Robleda, dueño de Mesón Casa Lelo, quizás el restaurante más importante de la comarca y que como casi cada vecino tiene sus propios viñedos. Con él hemos pasado un día vendimiando.

La vendimia en Casa Lelo se hace siempre la última. Antes, ya la han realizado Cachín, Adega Vella o Ponte da Boga, las tres bodegas más importantes de la zona, todas ubicadas en la pequeña localidad de Abeleda, perteneciente al concello de A Teixeira. Como es el único bar y restaurante en la zona, a Casa Lelo, vienen a tomar café, el aperitivo o comer, todos los habitantes y trabajadores del pueblo de unos 80 habitantes.

Obama brindó con este vino

El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, escogió el vino ourensano "Peza do Rei 2012", un tinto con Denominación de Origen Ribeira Sacra producido por "Adega Cachín", para su brindis en la gala "Congressional Hispanic Caucus". Y lo hizo durante tres años seguidos. Esta cita, de carácter benéfico, reúne a la elite empresarial, política y económica del país para recordar el legado hispano.

Para Cesar Enríquez ‘Cachín’, situar su vino en esta gala "es la confirmación de que nuestro producto tiene los niveles de calidad suficientes para competir en los mercados y mesas más exigentes" asegura, no sin antes invitar a todo aquel que quiera a su bodega. Muchos turistas que han tenido la suerte de coincidir con él en la zona han acabado en los rincones donde se elabora este vino con el que brinda Obama.El tiempo, fundamental

Aurelio, ‘Lelo’, para los amigos, llevaba intranquilo los días antes de la vendimia, que había fijado para el 13 de octubre, una vez que todas las demás hubieran acabado. Todos los años le ocurre lo mismo. Cuanto más tarde hagas la vendimia más probabilidades hay de que haga peor tiempo. El frío y la lluvia podían impedir la recogida de la uva y empeorar su estado. Las aplicaciones del móvil señalaban que iba a llover, pero a Lelo le da igual, solo se fía del parte (meteorológico) de Televisión Española. “El parte dice que por la zona de Ourense apenas va a llover. Hay vendimia”. Llamando uno a uno a todos los vendimiadores para citarles en el bar antes de las nueve de la mañana. Este jueves toca trabajar.

Treinta personas, entre vendimiadores y acarreadores (apañadores), acuden puntualmente a la cita, como llevan haciendo tres semanas. Algunos ya tienen ganas de terminar después de veinte días, mañana y tarde, sin parar de cortar racimos y cargar sacos. Un trabajo duro, sin duda, que está merecidamente pagado. El apañador, es el hombre encargado de cargar sacos que en el mejor de los casos llega a 50 kilos. “El otro día me dieron uno de 64 kilos y cuesta arriba”, se queja Manolo que vigila uno a uno todos los sacos para que no se llenen demasiado.Un entorno maravilloso

Para quien no conozca esta maravilla de la naturaleza, aspirante a Patrimonio de la Humanidad, su belleza consiste en profundos cañones originados bañados por el río Sil configuran un área natural de origen tectónico que presenta unos desniveles de hasta 500 metros y que permiten navegar entre altas paredes de piedras crean un paisaje inaudito. La dificultad hace que la vendimia tenga que ser manual y se convierta en heroica.

Y en este entorno están los viñedos, distribuidos en escalones en desnivel que ofrecen, además de una gran vista, la materia prima con la que se elaboran vinos mencía y godello de gran calidad.  En solamente 2.000 hectáreas están registradas 30.000 viñas que atienden 2.800 viticultores. Según un estudio del sindicato Xóvenes Agricultores, la superficie media de cada viña se sitúa entre los 500 y los 700 metros cuadrados.Los vecinos echan una mano

Entre los vendimiadores no todos son profesionales. Como todos los vecinos tienen al menos una pequeña parcela de viñas, es común que las ‘vacaciones’ de familiares y amigos se pasen ayudando a vendimiar. Y lo más sorprendente es que los vecinos se ayudan unos a otros. Así, entre casi las tres decenas de personas que acudieron a trabajar a la vendimia de Casa Lelo, al menos diez eran vecinos de Abeleda.

Entre ellos destaca Fidel, de 87 años, que llegó antes de la hora prevista. Fidel es el de los hombres más conocidos en la Ribeira Sacra. Vende sus productos cerca del embarcadero de Doade donde centenares de turistas pasan a coger el barco que les transporta por los cañones del Sil. El producto más famoso, su miel. De hecho obtuvo el hace dos años un primer premio en el concurso que organiza en Irlanda la Roe Valley Beekeeper's Association.

La jornada transcurre con normalidad con los imprevistos habituales. La dificultad del terreno provoca algún resbalón, caída, unidos a los cortes habituales. Es el caso de Ana, joven vecina andaluza, enamorada de estas tierras y que se gana el pan de esta forma. Una cura rápida en el bar y a seguir trabajando. El tinto es prioritario aquí

El objetivo prioritario son las uvas tintas, que son entre el 80 y el 90% de la cosecha. Las blancas se dejarán para el viernes. Es la una de la tarde y tras casi cuatro horas de vendimia se ha recogido ya dos viñas de las cuatro de Lelo. De momento no ha caído ni una sola gota pero todos miran al cielo, que sigue nublado y amenazante. Hay que aprovechar hasta la hora de comer.

Por supuesto el breve descanso para almorzar, como no podía ser de otra manera, es en Casa Lelo. Ensalada, callos, pulpo y costillas es el menú para los vendimiadores. Son las dos y media. Apenas una hora después ya están de vuelta en las montañas. El tiempo ya no respeta y está lloviendo. No lo suficiente como para parar la jornada. Son unas pocas gotas. Lo justo para terminar con la uva tinta. “Bueno familia, muchas gracias por todo y por el jornal”, se despiden uno a uno los vendimiadores.

En unas pocas horas se han recogido 15.000 kilos. La mayoría Mencía, aunque también hay algo de Garnacha y Tempranillo. Este año en toda la Ribeira Sacra se han superado los cinco millones. Ahora toca limpiar, triturar y guardar el vino en la bodega para que madure. Los sacos acumulados se lanzan a la despalilladora y de ahí van a los depósitos. “Muy buena calidad y más producción que en 2015”, declara contento Lelo. 

"No elijo lugares de postal y de belleza, sino que elijo la que procede de la rudeza, el esfuerzo y el trabajo", aseguraba anoche la ganadora del Premio Planeta, Dolores Redondo, sobre la Ribeira Sacra, lugar donde transcurre su novela. Esfuerzo y trabajo es lo que se necesita para la vendimia en esta zona.

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