Una trabajadora de un refugio de animales en Oregon (EEUU) decidió sacar partido de su afición al ganchillo para hacer un diminuto suéter blanco para un pequeño hámster.
El hámster, llamado Silky (Sedoso), carece de pelo debido a una mutación genética, y tiene que estar en un entorno caliente, especialmente durante el invierno, y tener una dieta alta en proteínas para mantener su temperatura corporal.
Sin embargo, en un día particularmente frío, los cuidados habituales no fueron suficientes para el pequeño roedor, al que encontraron tiritando en un rincón de su jaula.
Tras el incidente, Selene Mejía, técnico veterinaria en la Sociedad Protectora de Animales de Oregon, decidió realizar un pequeño suéter para el hámster.
Para terminar con un final feliz, después de ver las fotos del adorable Silky con su suéter nuevo, un hombre se acercó al refugio para adoptarlo. Además, según la protectora, su nuevo dueño es calvo, por lo que el hámster se ha adaptado perfectamente.
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