La sucesión al trono saudí queda abierta tras la muerte del príncipe heredero

  • El príncipe heredero y ministro del Interior de Arabia Saudí durante casi cuatro décadas, Nayef bin Abdelaziz, falleció hoy a los 78 años a causa de una enfermedad, lo que deja abierta la línea sucesoria al trono de este país.

Riad, 16 jun.- El príncipe heredero y ministro del Interior de Arabia Saudí durante casi cuatro décadas, Nayef bin Abdelaziz, falleció hoy a los 78 años a causa de una enfermedad, lo que deja abierta la línea sucesoria al trono de este país.

Un escueto comunicado de la Casa Real saudí explicó que el príncipe Nayef, que era también viceprimer ministro, murió "fuera del país", donde estaba siendo tratado de una enfermedad, sin dar más detalles.

El diario saudí "Al Riad" especificó que el heredero al trono falleció en su residencia en Ginebra (Suiza).

Está previsto que mañana, domingo, se celebre "una oración por su alma" en la Gran Mezquita de la ciudad santa de La Meca, según la nota.

Tras su deceso, analistas y observadores saudíes señalan como principal favorito a sucederle como príncipe heredero a su hermano Salman, ministro de Defensa desde noviembre de 2011.

Un experto consultado por Efe, que pidió el anonimato, destacó que el príncipe Salman, nacido en 1935, tiene "gran influencia y poder" entre sus hermanos y es posible que mantenga el Ministerio de Defensa si es designado heredero al trono.

El analista vaticinó que la cartera de Interior podría ser ocupada a su vez por un hermano de Salman, el príncipe Ahmed, viceministro de ese departamento desde 1975.

Los príncipes Salman y Ahmed son los menores de los "Siete Sediriyin", el tronco más ilustre del linaje del fundador del reino, Abdelaziz al Saud (1880-1953), compuesto por los siete hijos que tuvo con una mujer de la familia Al Sediri.

Sus hermanos mayores eran los fallecidos rey Fahd y los príncipes Nayef y Sultan, además del actual viceministro de Defensa, príncipe Abderrahman, y el príncipe Turki, excluido de cargos oficiales por supuestas diferencias familiares.

A partir de hoy, comienza un plazo de treinta días para elegir un nuevo heredero al trono, según el artículo 9 del reglamento de la llamada comisión del "Baiya" (fidelidad), ante la que el rey saudí, Abdalá bin Abdelaziz, tendrá que presentar un candidato.

Creado en 2007 por el rey Abdalá, el "Baiya" está compuesto por 35 descendientes del fundador de Arabia Saudí y fue instituido para garantizar el traspaso del poder dentro de la familia Al Saud.

Aunque este rey tiene que presentar a su aspirante ante el "Baiya", no está obligado a cumplir los dictámenes de ese órgano, que sí serán vinculantes para los futuros monarcas saudíes.

El rey "todavía puede designar al príncipe heredero sin recurrir a este órgano", dijo a Efe el abogado Abderrahman al Lahem, quien explicó que esto es posible gracias al artículo 3 de su reglamento, que exime al monarca actual de cumplir las decisiones de la comisión.

La Ley Básica saudí, adoptada en 1992, declara que los reyes de ese país, fundado en 1933, deben ser descendientes de Abdelaziz al Saud y que las normas fundamentales -en un Estado sin Constitución- se basan en la "sharía" (ley islámica).

Tras su muerte, si por algo será recordado el príncipe Nayef será por su labor durante 37 años al frente del Ministerio del Interior, ya que tan solo ocupó el cargo de heredero durante ocho meses, puesto que fue designado como tal en octubre de 2011, después de la muerte de su hermano Sultan bin Abdelaziz.

El príncipe Nayef alcanzó un gran prestigio que traspasó fronteras por su gestión en la lucha antiterrorista, sobre todo tras los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

Además del terrorismo, el príncipe Nayef se erigió como garante de la seguridad nacional, después de que las fuerzas del orden abortaran en 1979 un intento de ocupar la Gran Mezquita de La Meca por parte de un grupo radical.

Nayef era conocido por sus posturas conservadoras en el reino, donde se sigue el "wahabismo", una corriente rigorista del islam, y su fuerte oposición a las medidas reformistas impulsadas por el monarca Abdalá.

Expresó públicamente opiniones a favor de restringir las libertades individuales y, en ese sentido, rechazó que la mujer saudí pudiera conducir.

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