Estas son las peores hambrunas de los últimos 100 años

Estas son las peores hambrunas de los últimos 100 años
Estas son las peores hambrunas de los últimos 100 años
B. Barón

11 millones de personas, de las cuales 6,5 millones son niños, podrían morir de hambre antes de junio en el Cuerno de África debido a la profunda sequía que asola la región, la más severa desde 2011.

Según el Proyecto Hambre de las Naciones Unidas, alrededor de 24.000 personas mueren cada día de hambre o de causas relacionadas con el hambre. Teniendo en cuenta que el total de muertes diarias por cualquier causa es de aproximadamente 150.000 personas, las muertes por hambre alcanzan el 16 % del total. Un 75 % de los fallecidos son niños menores de cinco meses.

El mundo cada vez pasa más hambre: el durante el 2017 unos 70 millones de personas de 45 países precisarán ayuda humanitaria para sobrevivir, 20 millones más que hace dos años.El Cuerno de África: la tierra del hambre

El Cuerno de África ha vivido algunas de las peores hambrunas que se han conocido durante los últimos años y han dejado imágenes desgarradoras que deberían haber conmocionado al mundo. Cientos de reporteros han intentado concienciar al mundo mostrado la cruda realidad africana. No obstante no han conseguido lo más esencial: que no vuelva a suceder.

África sufre y ha sufrido durante su historia la lacra del hambre. Así entre 1888 y 1892, la Gran hambruna etíope terminó con la vida de un tercio de la población del país. A la muerte del 90% del ganado como consecuencia de una epidemia de peste bovina, se le sumó la sequía provocada por una oscilación del caudal del Nilo y un brote masivo de viruela y otro de fiebre tifoidea.

La siguiente hambruna tuvo lugar en la región etíope de Tigray, en el año 1958. Puso fin a la existencia de más de 3 millones de personas.

En 1973, entre 40 y 80 mil individuos perecieron en el norte de Etiopía. Sin alcanzar a recuperarse de esta catástrofe, a comienzos de los años 1980 una sequía de gran magnitud vino a golpear a la empobrecida población rural de Etiopía, provocando una gran hambruna que dejó cerca de un millón de muertos.

En este marco, cientos de miles de personas huyeron de la miseria económica, buscando refugio en el exterior. La hambruna se vio agudizada por la enorme concentración de población en las zonas más afectadas por la sequía y por la incapacidad del gobierno de hacerle frente.

A comienzos de 1985, todavía unos 7,7 millones de personas sufrían por la escasez de alimentos, de los cuales, 2,5 millones estaban en riesgo directo de hambre.

Mientras, Hailé Mariam Mengistu llegó a la presidencia de la República Democrática Popular de Etiopía en 1987. Aliado de la Unión Soviética, instauró un régimen brutal y autoritario conocido como el Terror rojo. Seguía al frente del país cuando se desató la hambruna que mataría a más de un millón de personas entre 1984 y 1985. Los experimentos colectivistas que llevaba años realizando fueron en parte responsables de aquel desastre.

En 1991 le tocó el turno a Somalia. La caída del dictador Siad Barre empujó al país a la guerra civil. La estrategia de “tierra quemada” de los clanes fue la que empezó a provocar el hambre que mataría a 200 mil personas.

En agosto de 1992, los EEUU intervendrían militarmente para asegurarse de que la ayuda no quedase en mano de los señores de la guerra. Empezaba la operación Provide Relief, que sería un fracaso de tales proporciones para Bill Clinton que en 1994, el presidente demócrata evitaría intervenir para detener el genocidio de Ruanda.

Por último, la última tragedia del Cuerno de África fue en 2011 resultado de una severa sequía que afectó por completo la región de África Oriental. Nombrada como "la peor en 60 años", causó una severa crisis alimentaria a lo largo de Somalia, Etiopía y Kenia amenazando la subsistencia de más de 12 millones de personas.

Otros países en los alrededores del Cuerno de África, incluidos Yibuti, Sudán, Sudán del Sur y partes de Uganda, fueron también afectados por la crisis.

Asia, el otro gran damnificado

Por otro lado, Asia también ha sufrido las consecuencias de la falta de alimento. Así, la hambruna en Bengala de 1943 fue una de las varias hambrunas ocurridas en la Bengala administrada por Gran Bretaña. Se estima que alrededor de 3 millones de personas fallecieron de desnutrición en ese periodo.

Por otro lado, la Hambruna vietnamita de 1945 fue una hambruna que tuvo lugar en la región norte de Vietnam entre octubre de 1944 y mayo de 1945, durante la ocupación japonesa del país en el marco de la Segunda Guerra Mundial.

No existe información exacta con respecto al número de personas que murieron de inanición, pero varias fuentes estiman esta cifre en 2 millones de personas.

Una de las peores catástrofes humanitarias que se recuerdan en el continente fue la gran hambruna de China de 1958-1961, durante el periodo denominado por el maoísmo "Gran Salto Adelante". Según las estadísticas del gobierno, provocó 15 millones de muertos en este período. Las estimaciones no oficiales varían, pero son a menudo bastante más altas. Yang Jisheng, un ex reportero de la Xinhua News Agency que pasó más de diez años reuniendo información de la que no disponían otros investigadores, estima un balance de 36 millones de vidas.

Por último, tras las inundaciones de 1995 y 1996, Corea del Norte cayó en una espiral de pobreza que parecía no tener fin: en 1997, según un estudio de la Unicef, más de ochocientos mil niños sufrían de severa desnutrición y al menos cien mil estaban en peligro de morir. En 2001, el propio gobierno de Pionyang había admitido la muerte de cerca de 250.000 personas por inanición, aunque según la CNN, las cifras podrían haber alcanzado los dos millones, lo que representaría al 10% de la población total.

Europa también pasó hambre

Desgraciadamente, el hambre no es patrimonio exclusivo de los países en vías de desarrollo. Las guerras y los conflictos provocaron que en Europa se vivieran verdaderas  tragedias humanitarias.Gran hambruna soviética de 1921-1922

De esta manera, la hambruna soviética de 1921-22 resultó del efecto combinado de la interrupción de la producción agrícola, que comenzó durante la Primera Guerra Mundial y siguió por las perturbaciones producto de la Revolución rusa de 1917 y la Guerra Civil Rusa. A lo anterior hubo que añadir el efecto de una de las sequías intermitentes de Rusia que tuvo lugar en 1921 y que agravó la situación hasta el nivel de catástrofe nacional. Algunas fuentes estiman las víctimas en un millón de muertos.

Por su parte, el Holodomor o Golodomor, también llamado Genocidio ucraniano u Holocausto ucraniano, es el nombre atribuido a la hambruna que asoló el territorio de la República Socialista Soviética de Ucrania, en el contexto del proceso de colectivización emprendida por la URSS, durante los años de 1932-1933, en la cual habrían muerto de hambre unos 10 millones de personas.

Además, la hambruna soviética de 1932-1933 afectó a las mayores áreas productoras de grano de la URSS, en particular las entonces repúblicas socialistas soviéticas de Ucrania y Kazajistán, así como el Cáucaso Norte y la región del río Volga,1 el sur de los Urales y Siberia Occidental. La estadounidense Encyclopædia Britannica estima que de 6 a 8 millones de personas murieron debido a ella.

No solo el hambre asoló a los países comunistas. Entre 1941 y 1944, Alemania llevó a cabo en Grecia una explotación similar a la de otros territorios de Europa oriental, deseando obtener el máximo beneficio económico a corto plazo sin tener en cuenta las necesidades de la población. Las requisiciones, junto con el bloqueo de los Aliados a Grecia, el estado ruinoso de las infraestructuras del país y el surgimiento de un notable mercado negro causaron la gran hambruna del invierno de 1941-42 en la se calcula que 300 000 personas murieron.

La hambruna holandesa de 1944 fue una hambruna que ocurrió en los Países Bajos durante el invierno de 1944-1945, cerca del final de la Segunda Guerra Mundial. Más de 20.000 personas murieron de hambre en la Holanda ocupada por la Wehrmacht, aunque hubo otras miles de muertes indirectas debidas a la falta de alimentos.

Ahora, mientras el mundo se enfrenta a otra gran hambruna, habría que reflexionar sobre el papel de Europa para frenar este drama humano. La situación lo requiere: África se muere de hambre.

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