Herreros ha hecho estas declaraciones en la jornada sobre 'La gestión integral de la enfermedad profesional' que se ha celebrado en el IRSAL en el marco internacional del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo.
Esta actuación se enmarca en la Estrategia Riojana de Seguridad y Salud en el Trabajo 2016-2020, aprobada por el Consejo Riojano de Salud en el Trabajo y que busca favorecer la mejora continua de las condiciones de trabajo, objetivo prioritario del Ejecutivo riojano.
Para ello cuenta con más de veinte líneas de actuación que buscan avanzar en la reducción de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales y mejorar de forma progresiva los niveles de seguridad y salud en el ámbito laboral.
La jornada, organizada por el IRSAL y Asepeyo, se ha dirigido a empresarios, técnicos de prevención, delegados de prevención, trabajadores, entre otros.
En ella se ha informado sobre el concepto de enfermedad profesional, su tramitación y los procedimientos establecidos por el Instituto Nacional de Seguridad Social al respecto. También se ha abordado el procedimiento de comunicación de las enfermedades profesionales por los facultativos del SERIS y de los servicios de prevención.
Por otro lado, se ha analizado algunos datos estadísticos sobre las enfermedades profesionales con más incidencia según los trabajos así como la evolución de las enfermedades profesionales en España.
En el año 2016 el número de partes cerrados en La Rioja ascendió a 125 y todos tuvieron carácter leve. Fueron declarados por 85 empresas. Respecto al año anterior ha habido un incremento de 2 enfermedades.
Las enfermedades producidas por agentes físicos han sido las más numerosas, representando el 92,8% de todas las enfermedades profesionales objeto de análisis. Dentro de este grupo, las enfermedades provocadas por posturas forzadas y movimientos repetitivos en el trabajo; enfermedades por fatiga e inflamación de las vainas tendinosas, de tejidos peritendinosos e inserciones musculares y tendinosas suponen el 69,0% del total.
Por otro lado, en 2016 en La Rioja se registraron 3.845 accidentes de trabajo con baja, lo que supone un 6,8% más que el año anterior. Del total, 3.799 fueron de carácter leve, 35 graves y 7 mortales. El 90% de las empresas riojanas tuvo siniestralidad cero, es decir, no registró ningún accidente con baja.
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