MÁS DE 1.800 MILLONES DE PERSONAS BEBEN AGUA CONTAMINADA

- Hoy se celebra el Día Mundial del Agua. Más de 1.800 millones de personas consumen agua contaminada por material fecal, lo que las pone en riesgo de contraer el cólera, la disentería o el tifus. El agua no potable, unas pobres infraestructuras sanitarias y la falta de higiene causan alrededor de 842.000 muertes al año.
Así lo asegura la ONU con motivo del Día Mundial del Agua, que se celebra este miércoles bajo el lema ‘¿Por qué desperdiciar agua?’ con el fin de analizar cómo reducir y reutilizar hasta un 80% del agua que se malgasta en las casas, las ciudades, las industrias y la agricultura, y que fluye de vuelta a la naturaleza contaminando el medio ambiente y perdiendo nutrientes valiosos.
“Necesitamos aumentar la recolección y tratamiento de las aguas residuales y reciclarlas de una forma segura. Al mismo tiempo, necesitamos reducir la cantidad de agua que contaminamos y malgastamos para ayudar a proteger el medio ambiente y los recursos hídricos”, señala.
La ONU indica que el Objetivo de Desarrollo Sostenible número seis se refiere a “garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos, incluye una meta de reducir a la mitad la proporción de agua dilapidada y aumentar su reciclaje”.
Los datos de Naciones Unidas, recogidos por Servimedia, señalan que actualmente más de 663 millones de personas viven sin suministro de agua potable cerca de casa, lo que les obliga a pasar horas haciendo cola o trasladándose a fuentes lejanas, así como a hacer frente a problemas de salud debido al consumo de agua contaminada.
EL 80% DEL AGUA RESIDUAL SIN TRATAR
Además, más del 80% de las aguas residuales que se generan vuelve a los ecosistemas sin ser tratada ni reciclada, por lo que las oportunidades de explotar las aguas residuales como un recurso son enormes.
“El agua tratada de una forma segura es una fuente sostenible y asequible de agua y energía, así como para obtener nutrientes y otros materiales recuperables”, apunta la ONU.
Por su parte, la directora general de la Unesco, Irina Bokova, señala en un mensaje con motivo del Día Mundial del Agua que es preciso cambiar el paradigma de la gestión de las aguas residuales, pasando de “tratar y desechar” a “reducir, reutilizar, reciclar y recuperar”.
“Las aguas residuales ya no deberían verse como un problema, sino como parte de la solución para problemas a los que se están enfrentando todas las sociedades. Las aguas residuales tratadas pueden ser una fuente alternativa de abastecimiento de agua económicamente eficiente, sostenible, segura y fiable para diversos fines, desde el riego hasta los usos industriales, pasando por el consumo de agua potable, especialmente en situaciones de escasez”, concluye.

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