La depuradora entra en funcionamiento después de que el paso de la tormenta tropical Delta destrozara parte de sus instalaciones hace una década, de manera que las viviendas ahora solo tendrán que conectarse al alcantarillado municipal para la depuración de sus aguas, según ha celebrado por su parte el alcalde, Hipólito Suárez.
Las reformas operadas en la depuradora son respetuosas con el medio ambiente y no generan impacto visual, al tiempo que garantizan la calidad del agua depurada y reducen el consumo energético necesario para realizar el proceso de depuración.
Las instalaciones, además, se encontraban a falta de un punto de vertido para su entrada en pleno funcionamiento, lo que ha sido resuelto con la instalación de 230 metros de tubería en una difícil orografía que ha precisado trabajos verticales para llevar el agua producida hasta el barranco.
La instalación genera 150 metros cúbicos diarios de agua para el riego, ya que la renovación ha incorporado la última tecnología, por lo que el objetivo final es procurar su aprovechamiento por los agricultores de la zona.
Entre las últimas tecnologías con las que cuenta ahora la planta se encuentra un nuevo sistema de nitrificación y desnitrificación, la introducción fangos activados en la depuración biológica y un sistema de control automatizado de los procedimientos.
Al mismo tiempo, los operarios procedieron a realizar trabajos de limpieza de vegetación, reparación de grietas e impermeabilización interior de los depósitos, así como la colocación de material filtrante en áreas de secado y remates en diferentes zonas.
Esta depuradora es de titularidad municipal y, tras la renovación ejecutada por el Consejo Insular de Aguas, esta entidad del Cabildo asumirá asimismo su gestión y explotación.
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