30 años de política del hijo único suponen 400 millones menos de nacimientos

    • Comenzó en 1078 con un objetivo estaba claro: controlar el aumento de la población reduciendo la natalidad y, así, poder cubrir las necesidades de todos los habitantes.
    • En 2013 la norma se relajó y ahora permiten tener dos hijos a parejas en las que uno de sus dos componentes no tenga hermanos.
30 años de política del hijo único suponen 400 millones menos de nacimientos
30 años de política del hijo único suponen 400 millones menos de nacimientos
C.R.

A finales de la década de los 70, China puso en marcha la política del hijo único por familia. Una norma que permitía a las parejas tener solo un hijo, -si era varón-, o dos si la mayor era una niña, o nacía con deficiencias psíquicas o físicas. También podían tener dos hijos las familias cuyos padres no tuvieran hermanos.

Esta política se hizo con excepciones en territorios especiales y en aquellos donde se asientan determinadas minorías étnicas.

El objetivo estaba claro: controlar el aumento de la población reduciendo la natalidad y, así, poder cubrir las necesidades de todos los habitantes de la Republica Popular. Para ello, el aparato del partido puso en marcha mecanismos de propaganda y presión social unidos al establecimiento de beneficios para las familias que cumplieran con la política, así como multas económicas para aquellas que no lo hicieran.

Esos beneficios pasan por aumentos salariales, ventajas de cara a la jubilación, a la hora de elegir un trabajo o hasta pueden conseguir una casa gratis. En cambio, quienes no cumplen con la política del hijo único se enfrentan a altas multas, a la privación del acceso a los servicios públicos porque los niños no son identificados oficialmente e, -incluso-, a penas de cárcel.

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Si nos centramos en las cifras demográficas, según el Gobierno ha logrado su objetivo. A mediados de 2013, fuentes gubernamentales aseguraron que, sin la norma, serían 400 millones más de habitantes, sobrepasando, así, -y con mucho-, los 1.300 millones que tiene actualmente.Relajación de la norma

No obstante, la política del hijo único tiene otras consecuencias. Por ejemplo, según el ministerio de Sanidad, desde que se estableció esta norma hasta mediados de 2013, se produjeron 300 millones de abortos y 196 millones de esterilizaciones. Y, también, ha supuesto la disminución de la capacidad laboral del país.

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Es precisamente esta disminución la que hizo que, el pasado mes de diciembre, el primer ministro, Li keqiang, llevara a la Asamblea Nacional de Partido Comunista una relajación de la norma. Relajación que cristalizó en que, a partir de ahora, las familias pueden tener un segundo hijo si uno de los dos progenitores es hijo único. Antes tenían que serlo los dos, el padre y la madre.

Según la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar china, hay pocas parejas que cumplan con este requisito, por lo que el resultado del cambio legal se verá a largo plazo. Algunos expertos calculan que, con los nuevos criterios, el número de nacimientos podrá aumentar en uno o dos millones al año.

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