Los votantes de Hollande prefieren a Macron antes que a Hamon o Mèlenchon

A veces una imagen vale más que mil palabras. En este caso un gráfico. El politólogo y experto en sondeos de Ipsos Mathieu Gallard, refleja en un estudio hacia donde han ido los sufragios de los ciudadanos que fueron a las urnas en las elecciones presidenciales de 2012. Comment les électeurs de 2012 voteront en 2017 ? A noter la solidité de l'électorat #LePen vs la dispersion de l'électorat #Hollande. pic.twitter.com/Z3gR8SY6AI— mathieu gallard (@mathieugallard) 19 de abril de 2017

Las cosas han cambiado mucho en cinco años. Entonces todo parecía que se resolvería en una segunda vuelta entre Hollande y Sarkozy, como así fue. En aquella primera vuelta la incógnita era saber cuánto apoyo lograría la candidata de la extrema derecha, Marine Le Pen. Hollande logró el 28,63% y más de diez millones de votos, seguido de Sarkozy con el 27,18% y 9,7 millones de votos. 

En tercera y cuarta posición aparecen dos candidatos que repiten en estas elecciones, Marine Le Pen y Jean Luc Mélenchon. La candidata de extrema derecha obtuvo el 17,9% de los votos, lejos para entrar en segunda vuelta, y el candidato de extrema izquierda logró el 11,1% de los votos. Fueron casi seis millones de votos y cuatro millones, respectivamente.  En quinto lugar quedó el centrista Bayrou con el 9,13%.  ¿Dónde van los votos de 2012?

El gráfico de Gallard muestra la fidelidad de voto de los partidos y de los candidatos que se presentaron entonces. La pregunta que se hace todo el mundo es dónde van a ir a parar los votos de los más de diez millones de votos que logró el presidente Hollande ahora cinco años después. La crisis de la socialdemocracia se explica a la perfección con este gráfico. 

Los votantes socialistas se reparten entre Macron en primera opción, Mélenchon en segunda y por último Hamon, el candidato de su propio partido. Macron arrasa entre los votantes de Hollande en 2012, logrando cerca de la mitad de sus sufragios. Mélenchon podría hacerse con entre el 20 y el 25% y Hamon el resto. Una pequeña parte de los votos se fugaría a Le Pen. 

Esta división representa la actual deriva de la socialdemocracia en pleno debate si debe girar hacia el centro o mirar a su izquierda. ¿Extremismo o moderación?  A Benoit Hamon le ha salido mal girar a la izquierda y competir por un espacio que ya tenía dueño, Melenchon. Parece que los votantes prefieren al original antes que a la copia.

Optar por las reformas y la socialdemocracia más moderada le ha salido bien a Macron, exministro de Economía con Hollande.  El candidato de En Marcha además obtendría gran parte de los votos del centrista Bayrou y entre un 10 y 20% de los votos de Sarkozy. 

La antigua UMP (Unión por un Movimiento Popular) de Sarkozy mantiene una alta fidelidad de voto en torno a Fillon, en torno al 60-70%. Aún así tiene importantes fugas de voto hacia Macron y en mismo porcentaje a Le Pen. 

¿Y qué pasa con Le Pen y Mélenchon?. Ambos crecen de forma exponencial en intención de voto y mantienen una tasa de fidelidad muy alta en torno al 80%. En el caso de Le Pen las fugas que tiene son poco significativas y se reparten entre todos los partidos. Como hemos dicho arriba la principal aportación de votantes que gana son de los que votaron a Sarkozy en 2012. 

Mélenchon tiene algo más baja la fidelidad de voto, pero mucho más alta el trasvase a sus filas de otros partidos. El candidato de la Francia Insumisa, además de lograr el voto de los que ya confiaron en 2012 en él sumaría una parte de los Hollande, Bayrou e incluso de Sarkozy.