Roberto y María, ambos de 78 años de edad, viven desde hace años en un edificio situado en la localidad de Molfalcone, al nordeste de Italia. Al parecer, sus hábitos de higiene no eran los adecuados desde hace mucho tiempo.
Según ha publicado el diario La República, los vecinos de esta pareja estaban hartos de los malos olores que procedían de su vivienda y denunciaron el hecho ante la Justicia, al sentirse víctimas de "acoso olfativo".
El Tribunal Supremo del país trasalpino finalmente ha multado a la pareja con 2.000 euros debido al olor a fritanga recurrente que debían padecer los habitantes del inmueble.
El máximo órgano judicial del país ha determinado en su fallo que "el exceso de humo y olores derivados de aceites fritos entra en el apartado del código penal que legisla sobre gases, vapores y humos".
Según los denunciantes, la pareja llenaba el edificio de olor a fritos cuando preparaban pescado o salsas para la pasta: "Parecía que su cocina estuviera en mi piso", ha manifestado uno de ellos. Los vecinos también denunciaron que la pareja "cocinaba pollo a las ocho de la mañana".
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